La Ciudad se convierte en personaje (1850 – 1860)
Enviado por Carla Muciño • 30 de Septiembre de 2023 • Ensayo • 1.359 Palabras (6 Páginas) • 83 Visitas
Muciño Gutiérrez Carla Lucía[pic 1]
La Ciudad se convierte en personaje (1850 – 1860)
Introducción
En primer lugar resaltemos la gran diversidad de observación ante la forma de percibir la ciudad en contextos muy diferentes, principales escritores literarios en la década de los 80s, donde tras años de guerras civiles quienes defendían los privilegios y a su vez se luchaba por la construcción de una sociedad laica, incluyendo la defensa de la soberanía, la batalla legal por algunos privilegios y por último la construcción de un México con independencia política, sobre la necesidad de ejercer avances de dominio político. La muerte siendo motivo de exaltación, adquiriendo así los cementerios una monumentalidad tal cual lo cita Manuel Orozco en sus artículos “la Ciudad de México rinde cuentas de cómo la ocupación sentimental de la urbe trasciende a la muerte”.
Pequeño núcleo urbano que comprende numerosos templos, donde el sonido poco sigiloso corresponde a la distinción urbana. El surgimiento de las defensas nacionalidades durante la primera Magistratura del general López de Santa Anna donde la inmoralidad sacrificaba a sus soldados, vendía terrenos a espaldas de estos, sin en cambio él tenía un prestigiado papel de “héroe salvador” a la patria que sin razón alguna siempre veía beneficio para el primero.
Desarrollo
Si bien nombrado “el poeta”, quien sin pensarlo alude a una voz de dolor, indignación y quizá urgencia ante las estrofas de reencarnación empática, que no solo se habla de sentimientos sino de contextos frente a una ciudad la cual día con día, año tras año esta cambia, evoluciona para bien, sin embargo, una ciudad ocupada con pasajeros migrantes, la distancia de la capital inédita tras traiciones y guerras, incansables hombres que velaron por la mejora de una sociedad capitalina. Tras la guerra de Estados Unidos, Francisco Zarco testigo de este atroz acontecimiento nos relata el como fue la alimentación durante esos días de guerra “Cuecen perones en el café que beben, la untan sobre sandía con mantequilla, revuelven granos de maíz y miel, mascando y sonando las quijadas como unos animales”, desplegándole así la gran cantidad de gastronomía diversa que podría existir, por mas raro o incomodo que sonaran los platillos.
Ante una sociedad exaltada sobre sensibilidad de olores, sabores y visiones debería ser cuidadosamente ante la comida mexicana exaltada, siendo así combatientes de ayuno, estudiantes, mendigos, entre los pobres y los ricos quienes dentro de una urbe social proyectan y se disparan hasta el café ambulante en las mañanas, los bancos en quincena no dan abastado que sin dudarlo transmite tormento y martirio ante las largas horas o quienes con multiplicidad de oficios vagan por las calles para generar economía o tan solo para llevar comida a su familia.
Por el contrario, hablemos de “Litografía”, dado en 1828 por Claudio Linati el cual dentro de sus relatos llega a la conclusión “las personas de la ciudad, son la ciudad” misma que sin dudarlo tiene toda la razón al decirlo, ya que no cabe duda que la población en general juega un papel muy importante, en donde las actitudes y entornos urbanos se desarrollan, con su vestimenta colorida, sus usos y costumbres dadas en cada espacio habitable, sin omitir la realización de deberes u obligaciones que cada ciudadano lleva cotidianamente, representando la ciudad no exclusiva, es decir mostrando las características autoritarias, distintas e impersonales, en la perfección de una traza urbana, rasgos de brillo variado, riqueza y habilidades de los habitantes. Recibiendo así visitantes de lugares no nativos, que aplauden la belleza de nuestros paisajes, el aire transparente y acogedoras calles qué transmiten simples estándares y estética sobre una ciudad.
La Ciudad de México en los años de 1854 y 1856 fue el principal hecho considerado entre los habitantes y edificios emblemáticos que destacaron ante monumentos, trajes y escenografía aludida a tendencia. Si bien la Litografía engloba solo dos aspectos; la economía y la imagen del hombre por las calles, encontrando como personaje en un periódico, en la portada de una revista, manifestándose como personaje principal de una ciudad y en segundo lugar como el eje central de las obras, hombres y mujeres ejerciendo un oficio u especificación ciudadana, por supuesto que una urbe demuestra sus cambios y sus aspiraciones, el derecho al trabajo e igualdad ante la ignorancia, entre los pocos que saben leer o entre los analfabetas combatiendo los dramas y las aventuras. Ciudad que vive un tiempo, ciudad donde cada alacena es, según Ignacio Ramírez “una miniatura del palacio de cristal que sirvió a la famosa exposición de Londres”, donde la belleza, lo estético y la gran variedad de texturas y materiales sobresalen ante la riqueza del siglo XX. La capital entre oleos, pinturas, litografía que destacan y premian a la arquitectura, efectos en la construcción que esta provoca. Las litografías no solo no solo es una completa narración sino una imagen urbana con estrecha relación expresiva nos ilustra explicando históricamente la urbanización posterior a la independencia.
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