La Economía Ambiental Y La Economía Ecológica: Dos Paradigmas Complementarios

En este artículo Peniche Camps da una explicación clara sobre una idea que es abordada prácticamente durante todo el documento: La mejor política ambiental es una buena política económica. En la primera parte del documento se aborda la temática desde la perspectiva de la economía neoclásica cuya premisa fundamental pondera los costos monetarios sobre los costos referentes al medio ambiente como ejemplo claro tenemos el caso de los ríos que son utilizados para desahogar desechos tóxicos. Se menciona que son los países subdesarrollados donde se presenta una curva inmoderada en la explotación de los recursos naturales en aras de lograr el proceso de desarrollo y no se miden las consecuencias a futuro. Se plantea a los recursos naturales como objetos de mercado, es decir, la economía, que para el autor no es el problema, sino que la interpretación y funcionalización errónea que se hace de los conceptos económicos es el verdadero conflicto.

Antes de calcular los daños al un ecosistema se calculan las ganancias o los recursos monetarios que trae consigo el desarrollo de tal o cual actividad económica. Aquí la importancia no se plantea desde los límites que impone la naturaleza de un ecosistema por ejemplo, lo imponen los costos de oportunidad, lo cual deja a criterio subjetivo las determinaciones en torno a un desarrollo o empresa. Dada la anterior situación, el autor plantea la necesidad de una re significación o una nueva fundamentación dentro del paradigma imperante en el que se asigne el valor de oferta a la naturaleza y no a las demandas del mercado, anteponiendo ante todo los intereses de la preservación no sólo del medio ambiente, sino de sus pobladores¬: los seres humanos. Esta temática se puede abordar mediante dos vertientes: la economía de los recursos naturales y la referente al medio ambiente. La primera se refiere a darle un valor al recurso natural en cuestión dependiendo de los costos que conlleva su producción, por otro lado la económica ambiental sostiene que es necesario conocer la factibilidad de ofertar ciertos servicios por ejemplo, dependiendo de sus costos y haciendo un análisis objetivo (léase científico) de la viabilidad, es decir, si aquello que se requiere es enteramente necesario. Es necesidad de esta rama internalizar las externalidades por medio de instrumentos científicos tales como la economía del bienestar la cual utiliza la valoración del mercado a través de una serie de principios que buscan la eficiencia distributiva para que los actores obtengan el mayor beneficio. Se busca con este instrumento la creación de un mercado de bienes (recursos) y males (contaminación) y aunque sería un tanto descabellado se buscaría asignar un valor a la vida.

Por último el autor sostiene que se debe de hacer una reinterpretación o más bien, una fundamentación holística en torno a esta división del ambiente y el desarrollo de los procesos económicos, toda vez que lo que

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