La Escuela que tenemos versus la escuela que necesitamos
Enviado por Jhon Rosales • 30 de Octubre de 2022 • Ensayo • 585 Palabras (3 Páginas) • 474 Visitas
La Escuela que tenemos versus la Escuela que necesitamos
Jhon Alfonso Rosales Chirinos
Ingeniero Agrícola
Docente de sexto grado Escuela Bolivariana Miticún
Boconó Estado Trujillo
Venezuela
La concepción de Escuela hace alusión a un lugar de regocijo y calor de hogar, en donde el amor, la responsabilidad, el respeto, la tolerancia y la empatía deben predominar como valores base fundamentales para el proceso de enseñanza-aprendizaje, siendo el talento humano el bastión fundamental de todo el accionar diario.
En los últimos años ha surgido la denominación de triada como una interacción fundamental entra la escuela, comunidad y padres y representantes, sin embargo, en la actualidad vemos una disociación total de esta premisa, ya que sencillamente, cada quien está ensimismado en su mundo. Cada día los estudiantes son dejados en el aula de clases como simple borregos a un corral, con una rutina bien marcada limitada a un conjunto de instrucciones emanadas de un ente central que hasta los momentos no ha entendido el rol real de la educación, que va más allá de una simple alienación política-partidista.
Comenzando con una pérdida de valores significativa producto de la familia: disfunción familiar, tecnología, redes sociales, entre otros; y un sinfín de elementos que hacen una lista infinita debido a la independencia y diferenciación de cada ser humano. Ya los argumentos del porqué de la pérdida significativa de los valores es ampliamente discutida y ha sido centro de debate y controversias.
Ahora, la escuela que tenemos es un centro donde el mar de problemas está a la orden del día:
- Estudiantes desmotivados para el aprender (independientemente de la forma como se la ingenie el docente para enseñar).
- Padres con un desapego emocional y afectivo.
- Docentes con una desmejora salarial y en condiciones “infrahumanas”, es decir, el docente tiene que autogestionar cada recurso instruccional que tenga a bien utilizar.
- Un currículo no adaptado al dinamismo actual, el cual tiene una excelente concepción filosófica pero con un conjunto de contenidos no cónsonos con la realidad actual.
- Infraestructura en decadentes condiciones: el Estado ejecuta diversos planes para recuperación pero a medias, todo en papel pero nada en el accionar.
- Personal educativo negado a evolucionar, no desean formarse.
- Sistema de alimentación no balanceado lo que está llevando no solo a una desmejora sustancial de la nutrición estudiantil sino al fenecimiento de la larga jornada de ocho horas.
- Un sistema educativo corrupto, que solo es “revolucionario” en palabras y no en el corazón.
La lista anterior se haría larga y es un quejambre colectivo que como un virus se propaga sin cura definitiva posible. Sin embargo, en toda esta oscuridad hay un halo de luz: el talento humano en todo el sistema educativo, desde el estudiante hasta el personal que se encarga del mantenimiento de cada uno de los espacios.
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