La Geopolitica Como Forma De Resolver Conflictos

La Geopolítica, además de permitir contextualizar el mundo en un ámbito global, nos permite hacer un análisis del pasado y del presente; la Geopolítica prevé, orienta y planifica los cambios futuros basándose en los intereses de los países y la capacidad de cada uno de estos y su importancia competitiva para poder ejecutar estos cambios en escenarios futuros y deseables (Trujillo, 2009). La actual tendencia global, apunta a definir los actores más competitivos, aquellos Estados con capacidades políticas, económicas y/o militares que les permiten proteger sus intereses nacionales y lograr sus objetivos a nivel regional y hasta mundial, capacidades que los ubican en una posición cualitativamente ventajosa ante sus vecinos regionales (Haluani, 2002); Los países menos competitivos, en ausencia de poder propio, realizan alianzas con los Estados más poderosos, buscando alinearse con las tendencias mundiales más dominantes y de esta manera construir un poder económico, esta tendencia actual es la que delinea las relaciones internacionales en los comienzos del siglo XXI.

La Geopolítica fue creada con el propósito de entender los acontecimientos mundiales que afectan el desarrollo de un Estado, desde una perspectiva geográfica y política. Actualmente, la Geopolítica ha cobrado mayor importancia en la medida en que no solo se han generado nuevas potencias mundiales, nuevas relaciones entre estas y los posibles Estados candidatos a serlo, si no también se han dado múltiples realineamientos internacionales o alianzas conllevando un cambio de las razones competitivas (Trujillo, 2009).

El nuevo Orden Mundial que nos permite enmarcar la Geopolítica, nos propone una perspectiva del actual orden globalizado asumiendo la dominación occidental y la hegemonía estadounidense, como un paradigma intocable e irrevocable, planteándonos una visión de la modernidad capitalista desde el punto de vista del éxito de las empresas globales que desde los centros de poder capitalistas buscan instalarse en los Estados subdesarrollados y potencias emergentes (Friedman, 2006), este fenómeno como contexto competitivo mundial actual.

En los últimos años, el crecimiento sin precedentes de algunos continentes como el Asiático que ha aumentado la demanda de materias primas, energía y alimentos. Así también se ha incrementado el valor económico y político de los territorios capaces de producirlos. África, que irrumpe de nuevo en el escenario global, como fuente de materias primas y provisiones para China, y ha pasado a ser al mismo tiempo un foco de poder, que ha devuelto la atención a las crisis locales, además de lo que tiene que ver con el cambio climático. Las sucesivas inundaciones, sequías, estallidos sociales, sobre todo en las zonas más marginadas del planeta, han logrado que la Geopolítica irrumpa con fuerza, recordándonos que la humanidad depende de la naturaleza y la geografía.

La contextualización

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