La Huelga 2017 Ejemplo

La crisis en Puerto Rico no ha mejorado, el éxodo del puertorriqueño continúa, tenemos un gobierno corrupto y una junta de control fiscal en busca de dinero. Claramente, de una manera u otra, la UPR se verá afectada. Las decisiones que tomemos hoy sobre qué haremos con la huelga definirán el futuro de la universidad. No podemos pretender continuar con una huelga que ha hecho más por la división del estudiantado que por presión hacia el gobierno.

El objetivo de la huelga, según los que la apoyaban, era ejercer presión para conseguir algún tipo de negociación. Sin embargo, en vista de que aún después de dos meses en huelga el presupuesto final del gobernador no da espacio para negociación sin afectar otros servicios públicos que al igual que nosotros sufrirán sus respectivos recortes, queda en nosotros buscar cómo trabajar con lo que se nos da. Por más que duela, hay que aceptar que al final de todo quién manda es el gobierno. Si con la huelga no se consiguió hacer presión, lo lógico sería cambiar de estrategia ya que mantener los portones cerrados le hace más daño al estudiante que quiere estudiar que al político que quiere cobrar. Luchar desde un portón no les hace nada a ellos, pero si cerramos sus calles con protestas ellos sentirán la frustración que sentimos nosotros.

Lo más importante cuando se lucha por una injusticia es seguir una ruta estratégica. Por dos meses nos mantuvimos con el mismo plan de juego sin realmente tener en cuenta que el gobierno no tiene otro remedio que mantener su postura. Por esto, reconsiderar la huelga que demostró ser ineficiente es el camino a seguir. A pesar de todo, se puede decir que el estudiantado de la UPR aprendió mucho sobre su universidad, los problemas que enfrentamos como país, y la importancia de asumir una postura ante situaciones que afectan la sociedad.

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