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La Política Comercial De México Y Su Impacto En El Crecimiento Económico, 1996-2000


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2013  •  8.065 Palabras (33 Páginas)  •  685 Visitas

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La Política Comercial de México y

su impacto en el Crecimiento

Económico, 1996-2000

Se especificara y estimara un modelo de relación como fin analizar el impacto de la política económica comercial exterior y su incidencia en el crecimiento de la economía mexicana para el periodo 1996-2000. A través de la revisión de las teorías tradicionales del comercio exterior y del crecimiento económico (clásica y neoclásica) y algunos planteamientos modernos, se da sustento teórico a esta investigación. Y la metodología empleada para abordar el planteamiento principal de aquella se basa en la construcción de dos modelos econométricos, que permite cuantificar y calificar el desempeño de la política económica comercial exterior de la economía mexicana durante el periodo señalado.

Sin embargo si hacemos una revisión histórica nos daremos cuenta que en realidad es la segunda tasa más baja de crecimiento de los últimos 10 sexenios. Durante el llamado "milagro mexicano", que duró de inicios de los 50's hasta 1970, el crecimiento promedio anual fue de 6.8%, casi el 7% que era precisamente lo que sorprendía al mundo y hacía pensar en que México podría llegar a ser muy pronto una potencia mundial.

Luego vinieron los sexenios de Luis Echeverría y José López Portillo, en los que se vivió todavía un alto crecimiento del PIB, aunque acompañado de una alta inflación, donde el promedio anual fue de 6.1%, es decir, casi un punto porcentual más bajo que lo logrado en los 3 sexenios previos (Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz), pero todavía aceptable, lo que resultaba intolerable era la alta inflación y las recurrentes crisis sexenales.

Durante el sexenio de Miguel de la Madrid simplemente no se pudo crecer, la economía se mantuvo estancada y el balance de sus 6 años de gobierno fue un crecimiento promedio del PIB de prácticamente 0%. Luego vino el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, en el que se retoma el crecimiento económico, todavía no a las tasas previas, pero sí en niveles que nuevamente hicieron pensar en que algún día México llegaría a ser una de las potencias, con un crecimiento promedio anual de 3.96%, es decir, casi el 4% que ya hoy anhelamos.

El impulso tuvo varios orígenes entre los que destacó la apertura comercial, que sin ninguna duda permitió que la economía mundial, particularmente, la norteamericana arrastrara a la mexicana. Pero vino el llamado "error de diciembre" que provocó una gran caída económica durante 1995 y aunque en el balance sexenal, Ernesto Zedillo todavía logró mantener la inercia y entregar un crecimiento anual promedio del 3.4%, ya no tan favorable, pero todavía aceptable.

Vicente Fox, lo redujo al 2.13% y Felipe Calderón, por debajo incluso del 2%, al 1.84% en promedio anual. En este sentido se dirá que el bajo crecimiento se debe a las crisis internacionales que afectaron a la economía mundial, no únicamente a México, pero el problema es que el país fue el más afectado; fue la nación que presentó el peor decremento de todas las economías latinoamericanas en el 2009, como consecuencia de la recesión norteamericana.

Y a pesar de los comerciales del Gobierno Federal, que insistentemente intentan señalar que el haber actuado oportuna y eficazmente evitó que las consecuencias fueran peores, lo cierto es que la caída fue muy importante y las consecuencias sobre la población mexicana también muy preocupantes, pues se revirtieron los avances que se habían logrado en el combate a la pobreza y la pobreza extrema es mayor a fines del sexenio que al inicio del mismo.

Así para ponerlo en términos muy claros: en cuanto a crecimiento económico el sexenio de Calderón ha sido el segundo peor de los últimos 10 sexenios, únicamente superado por el de Miguel de la Madrid, en el que simplemente nunca pudo revertir los efectos de la crisis en la que recibió la economía.

Pero todavía más preocupante es, que salvo el período de Carlos Salinas de Gortari, en el que de acuerdo al realizador del estudio ya señalado, Martín Ruiz Cabrera, se debió al crecimiento de las exportaciones a Estados Unidos, "una fuerte entrada de inversión extranjera directa y la depreciación del tipo de cambio, de 72.33 por ciento", la tendencia es claramente a la baja.

Y el principal problema es que se sigue dependiendo fundamentalmente de lo que sucede en el exterior y, muy particularmente, en el vecino país del Norte, donde hoy las perspectivas de crecimiento económico tampoco son muy favorables, particularmente porque hay claras diferencias entre demócratas y republicanos en relación al proceso de consolidación fiscal, que es fundamental para que la economía norteamericana logre enrumbarse a un crecimiento más sostenido.

Los impactos de esta incertidumbre e inestabilidad de la economía norteamericana son múltiples y mayores, pues incluso afectan directamente la economía de las familias mexicanas que dependen de las remesas de sus parientes en EU, que en septiembre sufrieron una caída del 20%.

Obviamente tampoco puede ignorarse lo que está sucediendo en la zona euro, sin embargo, sus impactos sobre la economía mexicana son menores, dado que no hay muchas relaciones comerciales con ellos.

Hasta hoy ninguna política económica logró fortalecer la demanda interna y hacer menos dependiente del exterior a la economía mexicana y las llamadas reformas estructurales, tampoco van enfocadas a ello, pues básicamente lo que buscan es incrementar la inversión extranjera directa, que puede tener consecuencias a largo plazo, pero que hasta hoy no ha demostrado ser la mejor opción, para fortalecer la economía nacional.

Así no será fácil retomar un ritmo de crecimiento sostenido que logré impactar favorablemente el bienestar de las familias mexicanas y para lograrlo se requieren mucho más que las llamadas reformas estructurales, sobre las que los últimos tres presidentes han cifrado tantas esperanzas, mismas que parece compartir el actual presidente electo.

Se dice que México requiere un crecimiento del 6% anual para tener una buena economía, pero durante el último sexenio apenas si pasó del 2% .

Una de las razones que no ayudan a que el PIB crezca es que mucho del capital invertido en nuestro país por extranjeros es capital especulativo que entra en la Bolsa Mexicana de valores. Otro factor es que la acumulación de la riqueza mexicana está en menos de cuarenta corporativos que cotizan en la BMV a pesar de no representar más del 4% del total de empresas existentes

La mayor tasa de crecimiento económico anual del sexenio se registró en 2006 con un 4.9 por ciento.

2 El de Calderón también entra dentro de esta era, pero más bien ya se podría calificar como un régimen

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