La Problematica Y La Corrupcion De Los Partidos Politicos

LA PROBLEMÁTICA Y CORRUPCION DE LOS PARTIDOS POLITICOS.

INTRODUCCION.

El presente trabajo, es un análisis crítico, el cual se fundamenta principalmente en la revisión de algunos estudios políticos y de opinión pública sobre los partidos políticos en el Perú. Nos motiva aquí, indagar acerca del desempeño de las instituciones partidarias en la región, partiendo de tres elementos básicos para su análisis.

El avance de la corrupción política, la burocracia corrupta y las inversiones de los extranjeros., luego observa las creencias y actitudes ciudadanas respecto a la democracia y los partidos políticos.

En varias ocasiones el tema de los partidos es asociado con sinónimos de crisis e inestabilidad; sabemos que muchos ciudadanos y población en general no los ven con buenos ojos, más bien los observan con incredulidad y desconcierto. Podríamos decir, que hoy en día la ciudadanía ve a los partidos y a los políticos con desconfianza, como ineptos y corruptos, faltos de transparencia y sensibilidad social. Sin embargo, a pesar del escepticismo y desprestigio creado en torno a ellos, la población los continúa respaldando, reconociéndolos como titulares del poder político a través del voto.

Nuestro deber de ciudadanos nos llama a la lucha contra la corrupción, para lograr un estado fuerte, una justicia independiente, una economía sólida y una sociedad donde todos tengamos la misma posibilidad de progreso.

Atentamente

Cana Cutipa Teodora.

Mamani Machaca Verónica.

Yanque Jara Jacqueline.

Zea Apaza Carmen.

OBJETIVOS GENERALES:

1. Evaluar actitudes hacia la corrupción en la población nacional.

2. Identificar los problemas que mas preocupan a la ciudadania.

3. Comprobar que la ética para controlar la corrupción no es individual sino grupal.

LA CORRUPCION EN EL PERU.

La corrupción se ha generalizado en toda la administración pública, son partícipes principales la plutocracia y partidos que manejan el Estado. Lo grave es que en conjunto han inducido al pueblo, a través de los medios de comunicación, a un estado de “imbecilidad social”, convirtiéndolo en cómplice indirecto de la corrupción. Una expresión de este mal social es escuchar continuamente “roba pero hace” y sabiendo que tras el candidato hay un delincuente lo aceptan y lo eligen como gobernante por ser el “menos malo”. Parecería que en nuestra sociedad no hubiera gente honesta que todos son como la clase política y la plutocracia. Fundamentalmente el origen de éste mal obedece a que los medios de comunicación no cumplen con su papel de formar una opinión social limpia de corrupción, sindicando a los corruptos e investigando a los políticos que practican latrocinios. Algunos, a veces denuncian casos pero solo es por ganar mercado, otros lo hacen por qué no les dieron publicidad, mientras tanto, el pueblo sigue manteniendo trúhanes en él poder sin poder identificar a los corruptos.

A lo largo de la historia de nuestro país la plutocracia y los partidos políticos han construido un sistema corrupto que permite a un reducido grupo de delincuentes amasar poder y fortuna año tras año. Este avance del enriquecimiento y la corrupción se puede observar en forma más clara en los últimos 20 años. Mientras tanto en ese mismo lapso de tiempo gente con potencial de desarrollo, imposible de realizarse en el país, se ha trasladado hacia otros lugares para hacer patria y lograr algo para su familia. 350 mil ciudadanos, entre ellos, profesionales, estudiantes, trabajadores se marchan del país ya que el sistema no les dio la posibilidad de realizarse. En formar a esa gente el Perú gasto mucho dinero para que presten servicios, a veces en forma muy penosa, a otros países. Mientras tanto la “canallocracia” enquistada en el poder, cada cinco años, con el cuento de la “democracia representativa”, desarrolla toda su astucia para enajenar, expoliar recursos naturales, saquear las arcas del estado, evadir tributos y obtener canonjías e impunidad para su actividad delictiva.

• ENCUENTA ELABORADA POR YPSOS APOYO.

El 80% de los peruanos califica de corrupto o muy corrupto al país. Desconfían del Congreso y de la PNP, pero creen en la defensoría

La corrupción es el principal problema que enfrenta el país. Así lo considera más de la mitad del país (51%), según la Sexta Encuesta Nacional sobre Corrupción de Pro Ética, elaborada por Ipsos Apoyo. Esta percepción ha ido aumentando significativamente con el paso de los años, pues en el 2003 llegaba a 25%.

El 56% considera, además, que la corrupción de funcionarios y autoridades son el principal factor que impide el desarrollo del país.

Asimismo, la delincuencia (41%), el desempleo (39%) y el consumo de drogas (36%) continúan siendo un problema para la población, aunque en menor medida que otros años. La pobreza, en cambio, lo es en menor proporción. Este año el 35% de peruanos considera que la pobreza es uno de los tres principales problemas del país, frente a un 51% del 2008.

• CONFIANZA EN INSTITUCIONES

¿Cuáles son las instituciones que los peruanos califican de más corruptas?

El Congreso (46%), la policía (45%)y el Poder Judicial (38%), aunque esta percepción ha disminuido con respecto a la de hace dos años.

El caso del Poder Judicial es el más llamativo, pues de ser considerada la institución más corrupta por el 61% de peruanos.

Sin embargo, al medir el grado de corrupción en las instituciones, el 74% señala que el Parlamento es una institución muy corrupta o corrupta, delante del Poder Judicial.

Más de la mitad de la población confía, más bien, en la Defensoría del Pueblo (53%) para luchar contra la corrupción. El 39% cree en la Iglesia Católica y el 20% en la Fiscalía de la Nación. Sin embargo, casi un tercio del país no confía en ninguna institución.

¿Qué nos espera?

El 80% de los encuestados considera que el Perú es un país muy corrupto o corrupto, apenas 2% menos que en el 2008. El 18% cree que es un país poco corrupto. Frente a este escenario, preocupa que el 39% opine que dentro de cinco años la corrupción habrá aumentado y que el 38% diga que seguirá igual.

Y es que más de un tercio del país piensa que el actual Gobierno tiene interés en luchar contra este flagelo (33%), mientras que el 14% cree que está muy desinteresado. La mayoría piensa, además, que el Gobierno no tiene liderazgo en esta lucha (76%) y que no actúa de manera adecuada

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