La Tortuga: Un dilema de nunca acabará

La Tortuga: Un dilema de nunca acabar

Por Jesús Alejandro Hidalgo Carrión

“La Tortuga pertenece a Paita” “No, la Tortuga pertenece a Sechura”; tales son las aseveraciones que, durante décadas, innumerables pobladores, autoridades y dirigentes políticos han pronunciado con fervoroso patriotismo en favor de sus respectivas provincias. No obstante, dilucidar cuál de las dos posiciones tiene finalmente la razón constituye, aún hoy, un problema grave que no afecta directamente a paiteños ni sechuranos, sino a la menospreciada población tortugueña. Al ahondar en la cuestión, más temprano que tarde nos daremos cuenta de que esto no se trata de absurdas contraposiciones cívicas, sino más bien del drama de un pueblo que sufre en silencio, y que a lo largo de los años ha cargado sobre su espalda el peso de ser una comunidad olvidada. Así pues, este ensayo no tiene como objetivo exacerbar fútiles ánimos patrióticos, ya sean paiteños o sechuranos, que entorpezcan el esclarecimiento de este tema, sino más bien mostrar cómo este conflicto ha estado siempre subordinado a intereses políticos y económicos específicos, y no a la consecución de un desarrollo integral del centro poblado La Tortuga.

Parte 1: Las incongruencias de la Ley 26290 y la rectificación de la Ley 4134

Si podemos señalar un génesis para este conflicto, este sería el 28 de enero de 1994, año en el que se promulga la Ley general 26290. Este decreto oficializa la creación de la provincia de Sechura y delimita la jurisdicción territorial de dicha provincia, que comprendía, en aquel entonces, los distritos de Bernal, Bellavista de la Unión, Cristo nos valga y Vice. Conforme a este documento, que constituye el principal argumento paiteño para reclamar La Tortuga, dentro de la demarcación sechurana no se encuentra dicho centro poblado, y por lo tanto este pertenecería oficialmente a Paita. En contraposición a ello, la tesis de Sechura señala que, si bien dentro de dicha ley se deduce que La Tortuga pertenece efectivamente a Paita, esto solo sucede de forma parcial, pues no existe ningún otro documento de igual o mayor jerarquía que declare explícitamente dicha pertenencia. En su defecto, Sechura asegura sí tener una Ley de este tipo que le respalde, y se trata de la Ley especial 4134, decreto que anexa La Tortuga al distrito de Vice y que, dicho sea de paso, pesaría mucho más que la 26290, al tratarse de una ley de grado especial.

Parte 2: El proyecto de ley 713

Las aparentes contradicciones entre ambas leyes desembocaron en que, en el año 2006, Sechura presentara ante el congreso el proyecto de Ley 713, cuyo objetivo era hacer efectiva la anexión de La Tortuga al distrito de Vice, basándose principalmente en dos argumentos: El manifiesto sentido de pertenencia de la comunidad tortugueña a Sechura, ratificado en una consulta popular hecha en el año 2005, y las evidentes inconsistencias que presenta la demarcación territorial consignada en la Ley 26290. Ante esto, las autoridades paiteñas pidieron que se archive dicho proyecto de ley, pues argüían que la citada consulta popular no fue supervisada por el JNE, lo que la invalidaba. Finalmente, en diciembre de ese mismo año, el congreso concluyó que la Dirección Nacional Técnica de Demarcación Territorial tenía hasta el 31 de diciembre de 2011 para sanear los límites territoriales de todo el país. El resultado de este saneo, que se concretó en Piura en el año 2009, dictaminó que el debate del proyecto de ley 713 podía debatirse en el congreso. Sin embargo, el año siguiente dicho proyecto sería inexplicablemente archivado, con lo que las posibilidades de que la situación se esclarezca volvieron a cero. Esto implicaría la realización de un nuevo saneamiento territorial, y con ello, la convocatoria a nuevas consultas populares en La Tortuga. Para Sechura, este hecho no fue más que una jugada política de las autoridades paiteñas, cuyo objetivo era conseguir tiempo para reforzar la presencia de la municipalidad paiteña en el centro poblado. Para el año 2011, La Tortuga contaba con dos alcaldes, uno paiteño y otro sechurano, debido a este conflicto sin resolver. Han pasado 9 años ya desde aquel acontecimiento, y el litigio sigue vigente.

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