La apelacion al miedo y la guerra psicologica

Dominguez Sanchez Karla Patricia

No. Control 19

9-11-2015

La apelación al miedo y La guerra psicológica

En la primera lectura, Anthony Pratkanis nos indica que aunque la técnica del miedo fue utilizada por Hitler y algunos otros políticos y la iglesia, con eficacia y resultados positivos. Actualmente esta técnica ya no es eficiente, pues no todas las sociedades e incluso personas son iguales; por ello, se deben tener cuidado en utilizar esta técnica, pues se ha demostrado que influir demasiado miedo puede tener consecuencias contraproducentes (la gente ignora el mensaje o se pone a la defensiva).

Asimismo, con la lectura podemos ver que no hay una postura fija para saber si el inculcar el miedo puede ser “bueno” o “malo”, pues si bien se ha relacionado a algunas atrocidades de la humanidad (guerra, genocidios, etc.), también ayuda para evitar muertes (adicción al alcohol, drogas, cigarros, etc.).

Lo anterior puede ejemplificarse con las “medidas” de los medios y tabacaleras para que la gente deje de consumir cigarros, al poner imágenes grotescas (ratas, fetos deformes, órganos podridos, etc.) en las tapas de las cajetillas; sin embargo, amigos fumadores dicen sólo no prestarles atención o escoger la imagen “menos fea” pero siguen con su adicción, pues no les causa sentimientos o miedo las consecuencias que les podrían pasar, sienten algo que no les pasaría a ellos.

Por ello, la lectura indica principalmente que la técnica de influir miedo tiene mayor eficacia cuando: 1) produce un serio sobresalto, 2) ofrece una recomendación concreta para superar la amenaza del miedo, 3) las medidas sugeridas pueden amortiguar la amenaza, 4) la persona que recibe el mensaje cree que puede acometer la acción recomendada.

En el primer punto, como ejemplo puede entrar el terrorismo , pues al nombrarlo en EU provoca que la gente tome acciones por el hecho de ya haber visto las “consecuencias”; el punto dos y tres puede entrar en el miedo que se inculcó cuando hubo el brote de la Influenza, en donde si bien la gente actuó por paranoia, las sugerencias medicas “controlaban” un poco las acciones y las dirigían a las prevenciones que se debían tener; finalmente, en el último punto lo que yo entendí, es que el miedo si bien recaerá en las personas, la gente tendrá en sus manos la decisión de actuar o no, pues las sugerencias les son factibles y están en sus manos, por ejemplo el evitar el cigarro, alcohol o manejar ebrio, pues hoy hay muchas medidas para evitarlos.

Algo que me pareció muy interesante del texto,  es cuando indica que “Las instrucciones detalladas  no bastaron por si solas para inducir a la acción”^[1], “La complejidad de la droga, se requiere algo más que un anuncio técnicamente bien acabado para solucionar las cosas.”^[2] Ya hemos visto en clase que más allá del simple mensaje, hay otros factores que mueven las acciones y conductas de los individuos, por ello los mensajes de miedo o en contra de éste pueden o no surgir efecto.

En tanto a la pregunta ¿Debe utilizarse la inducción del miedo en los mensajes publicitarios? La respuesta seria que son muchas las posibilidades de que se incurra en abusos, que salgan a la luz mensajes que inventan miedos ilícitos con el fin propagandístico. Un ejemplo que se me vino a la mente son los spots en contra de AMLO, en donde se mencionaba “Era un peligro para la sociedad”, mucha gente lo creyó, otra no tanto; pero sin duda fue una jugada sucia. Por ello el texto cierra con la frase “hasta qué punto es legítimo ese miedo”^[3].

 En tanto al segundo texto, nos comienza dándonos un panorama de cómo surge la propaganda y su aparente “efectividad” en la Primera Guerra Mundial, pues se convirtió en un instrumento bien definido y que utilizaba un método científico y una técnica concreta; cuyos objetivos serian: movilizar y dirigir el odio a su enemigo (minar su moral), convencer al público de la legitimidad de la causa y mantener su espíritu de lucha, fortalecer, extender y conseguir la amistad de neutrales, alzarse con la victoria.

...