La comunicación en América Latina y en el Ecuador

La comunicación en América Latina y en el Ecuador

La comunicación en América Latina

     Para hablar de la comunicación en América Latina, como debería ser y cómo podríamos plantear de la mejor manera lo vamos hacer basándonos en textos leídos de los autores como: Jesús Martín Barbero, Rosa María Alfaro, Marcelo Colussi y Humberto Maturana. Quienes muestran en cada texto una postura diferente y una manera distinta para hablar de la comunicación. Cabe recalcar que los textos estudiados son latinoamericanos, entonces nos enfocamos a la vez en esa perspectiva que cada autor explica. Barbero habla acerca de la “Comunicación como un campo de problemas a pensar”, donde nos dará varias definiciones de lo que él considera que es la comunicación e información. Rosa María Alfaro nos habla de “La comunicación para otro desarrollo”, en el cual se referirá a los medios de comunicación desde dos polos: positivo y negativo. Marcelo Colussi hará referencia a los medios de comunicación pero no como el cuarto poder, expondrá temas en los cuales nos reflejara la influencia que tienen los medios en la vida cotidiana. Y finalmente Humberto Maturana nos manifestara un tipo de lenguaje desde la biología del amor, como una tipo de comunicación diferente.

     A la comunicación podemos estudiar de dos maneras, la primera está la concepción mercadeada la misma que muestra que los aparatos o en el marketing vulgar es una manera de comunicar, y por otro lado se la estudia como una forma idealista de mostrar nuestra inconformidad y luchar contra las injusticias a través de la crítica social a esta crítica social, es lo que plantean los otros, esos eternos olvidados por los medios de comunicación, mismos que quieren encontrar otra lógica de desarrollo centrada en una dimensión fuera de los afanes de enriquecimiento que tienen los medios, “dar voz a los que no tienen voz” (Habermas), crear sobretodo una sociedad en donde el pensamiento crítico sea el eje para los futuros comunicadores y no se unan al poder dominante de turno, tan solo porque les pagan un sueldo, convirtiéndose en mercenarios de su propia profesión.

     Pues bien, con esta breve introducción, daremos a conocer el pensamiento de cada autor basándonos a los textos estudiados como lo explicamos al inicio y lo analizaremos de una forma resumida y entendible con el objetivo de tener algo un panorama claro de cómo se los considera o se los ve a los medios de comunicación tanto en América Latina como en el Ecuador.

     Jesús Martin Barbero expone tres rasgos de la comunicación: primero, la comunicación es cuestión de cultura, de culturas y no solo de ideologías; segundo, la comunicación no es solo cuestión de aparatos, de estructuras, sino también de sujetos, de actores; y tercero, la comunicación como cuestión de producción y no solo de reproducción. Barbero explica que el campo de los estudios de la comunicación se divide en dos prototipos: el primero, es una noción practicista, en el cual los estudios de la comunicación son directos, pero muy ligados al marketing y oriento desde un pensamiento instrumental. El segundo, es una noción fundamentalista, ligado a un pensamiento ideológico.

     La idea de información no ha sido muy bien interpretada ya que se lo relaciona con tecnología más no con la búsqueda de conocimientos. La idea de la comunicación también es asociada con la política. En América Latina el estudio de la comunicación ha estado vinculado con la teoría de la dependencia, no solo querían referirse a los estudios tecnológicos, sino también querían comprender los procesos de los medios de comunicación, para nuevas transformaciones. (BARBERO, 1993)

     La comunicación es cuestión de cultura, de culturas y no solo de ideologías. La comunicación empieza a ser vista como un modo de transformación, esto va a conducir a enfocar los estudios en dos áreas de investigación que son: las industrias culturales y las culturas populares. En el área de las industrias culturales, se investigan las transformaciones tecnológicas, pero como ayuda a la transformación de lo social. En el área de culturas populares, exige una reconfiguración del trabajo antropológico y sociológico para diferenciar lo dicotómicamente lo rural de lo urbano, lo popular de lo culto o de lo masivo; la comunicación no es solo cuestión de aparatos, de estructuras, sino también de sujetos, de actores. Se piensa a la comunicación, pero ya no desde ese punto de vista donde los únicos actores eran las clases dominantes. Las concepciones en el ámbito del consumo y la recepción, estudiaban a la comunicación como un proceso de transmisión de significados, y no como un intercambio; la comunicación como cuestión de producción y no solo de reproducción. La sociedad no solo se está reproduciendo, se está produciendo, cambiando, transformando, en el cual lo comunicativo está estrechamente relacionado con lo político. Los medios de comunicación juegan un papel clave en la reconfiguración de lo público, tanto en su disolución como en su reconstrucción. (BARBERO, 1993)

     Ahora lo que Rosa María Alfaro, nos habla de una comunicación para otro desarrollo. En primer lugar la tecnología no significa modernidad, el crecimiento sin justicia y equidad no es desarrollo. La comunicación como relación y no como conjunto de tecnologías, en esta parte Rosa María Alfaro concuerda con Barbero ya que los dos consideran que la comunicación es el intercambio de conocimientos entre sujetos y actores. Obviamente cada uno tiene diferentes perspectivas lo cual influye a un desarrollo distinto. La comunicación como relación, no se despreocupa de la existencia del poder, sino explica su existencia como una interrelación compleja e interactuante entre el tipo de sociedad y las relaciones con los sujetos.

     Los medio de comunicación son vistos desde dos puntos: positivo y negativo. En el ámbito positivo podemos hacer referencia al progreso de la sociedad atada con la democratización; en el ámbito negativo, se hace referencia a un deterioro político. La comunicación es aquella herramienta básica para la transformación de la sociedad y de los miembros que la conforman.

Rosa Alfaro señala que “pensamos que el desarrollo debe unir y complementar eficacia con democracia, es decir organización con participación”, porque, desde nuestro punto de vista el desarrollo es más que objetos socioeconómicos y políticos, esencialmente es visto como un cambio cultural.

Los impedimentos de esta relación comprometen a la subjetividad y la interacción entre varios. Estas relaciones van dando definición a los modelos de socialización, que a su vez da definiciones de la vida cotidiana y sus cambios. Las acciones de desarrollo están dadas a partir de los procesos comunicativos que deben ser considerados a la hora de planificar proyectos. Las relaciones comunicativas comprometen a la construcción de la propia identidad, individual y colectiva. (ALFARO, 1993)

     La comunicación no solo depende de la voluntad y las características socioculturales de los sujetos sino también de los contextos. Dos conceptos: primero, espacio de la comunicación, el cual es el espacio simbólico donde se producen las interlocuciones. Segundo, momento comunicativo, se refiere a los momento en los que se realizan los procesos comunicativos. (ALFARO, 1993)

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