La educación social.

La educación social

JOSE ALBERTO YAÑEZ GONZALEZ

INTRODUCCIÓN

Un factor importante en el desarrollo político, social y económico de los pueblos es sin duda alguna la educación, ya que ésta es una actitud de índole social que permite preservar la cultura, afianzar la libertad, integrar al  ser humano en una sociedad desarrollando en él un pensamiento crítico y analítico, por eso se dice que el proceso educativo es fundamental en los pueblos y entender las características que este tiene, es un aspecto toral para avanzar en nuestra práctica docente.

En México, al igual que en otros países, la escuela y el maestro ocupan un lugar central en el proceso educativo, lo que nos obliga a emprender acciones efectivas que permitan elevar la calidad de la educación, con nuevas estrategias, acorde a los nuevos planes y programas de estudio, identificando y diagnosticando los problemas que enfrentamos.

En el presente trabajo se estudiarán algunas definiciones Educación Social en aras de construir un marco orientador que nos permita conocer los fines que persigue, así como proponer algunas intervenciones de acompañamiento que nos abra el panorama para entender y atender la diversidad de estudiantes en el aula.

Al respecto Petrus, A. (1997). Afirma que “la educación social como didáctica de lo social, es la adquisición de competencias sociales y la formación política del ciudadano”.

Sáez, (2003). Nos dice que es de  carácter pedagógico ”porque entendemos que la Pedagogía Social es la ciencia y la disciplina que toma como objeto de estudio la Educación Social, proporcionando modelos de conocimiento, metodologías y técnicas para la praxis educativa. A través de este campo de conocimiento podemos disponer de un corpus sistemático de conocimientos especializados con los que se adquieren competencias intelectuales y técnicas para actuar en un campo de acción educativa”.

García, J. (2003). Afirma que “a la  par de la Educación Social  deben de existir acciones  de acompañamiento y de sostenimiento de procesos que tienen como fin provocar un encuentro del sujeto de la educación con unos contenidos culturales, con otros sujetos o con un lugar de valor social y educativo”.

Y precisamente cuando hablamos de acciones de acompañamiento entendemos que es un trabajo que se tiene que hacer a fin de atender a la diversidad que existe en las aulas y que tipo de educación se requiere para atender esta diversidad para que el alumno adquiera una formación que le permita adquirir una madurez intelectual y humana, a través de la adquisición de los conocimientos, destrezas y actitudes necesarios para desarrollar acciones de intervención y mediación socioeducativa en diferentes escenarios, con la finalidad de favorecer la integración de los individuos y colectivos, e impulsar el desarrollo de la comunidad, incorporándose, así, a la vida activa con responsabilidad y competencia profesional.

DESARROLLO

La UNESCO, (2007). Señala que “Las diferencias son inherentes a los seres humanos, siendo una muy principal la diferencia que emana de la procedencia cultural, sustento dinámico y cambiante desde el cual el sujeto construye su identidad propia. La respuesta de la educación a la diversidad implica asegurar el derecho a la identidad propia, respetando a cada uno como es, con sus características biológicas, sociales, culturales y de personalidad, que permiten precisamente la individuación de un sujeto en la sociedad”.

Sin embargo considero que este derecho no solo significa acceder a ella, sino que esta educación sea de calidad y logre que los alumnos se desarrollen y participen lo máximo posible.

La UNESCO, (2007).  También señala que “el derecho a la educación es también el derecho a aprender y a desarrollar los múltiples talentos y capacidades de cada persona, para ser actores efectivos en sociedades cada vez más plurales”.

Con lo anteriormente mencionado, se puede afirmar que la educación debe asegurar aprendizajes básicos para todos y dar respuesta, al mismo tiempo, a las necesidades de cada uno de los estudiantes atendiendo la diversidad y a las necesidades de los estudiantes y de los contextos en los que tienen lugar los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Montesquieu, citado en Trilla,  J. (1984). Mencionaba tres formas de educación: “recibimos tres educaciones diferentes, si no contrarias: la de nuestros padres, la de nuestros maestros y la del mundo”.

Es decir, la educación formal e informal juegan un papel fundamental,  ya que precisamente la función de las instituciones educativas formales es: proporcionar una educación a través de la cual el alumno obtendrá un título académico, que contenga todos los requisitos del sistema educativo y tendrá validez oficial; todo esto se logra con la participación de todo el sistema educativo, es decir, centros escolares, programas preestablecidos y profesorado calificado.

Con lo anteriormente citado se puede afirmar que el papel de la educación formal precisamente es asegurar la tolerancia y el respeto a las diferencias así como garantizar la igualdad sociocultural y con ello cooperar en la edificación de sociedades más justas y solidarias. En algunos casos, se observa en las noticias que algunos docentes han propiciado la segregación y marginalización de estudiantes por poseer otras creencias o prácticas religiosas, hablar una lengua distinta a la oficial, poseer menos recursos, vestirse diferente, por sus rasgos, su color, entre otros. Pero hay que decir que son los menos, en la mayoría de los casos los profesores han favorecido en sus alumnos estrategias de aprendizaje  para poder continuar con sus estudios considerando las dificultades de  permanencia de cada estudiante, es decir, actuando de manera profesional, teniendo una práctica educativa acorde a las necesidades de sus alumnos.

Pero, ¿qué es la práctica educativa?  

Zavala, A. (2002). Señala que práctica educativa “son los acontecimientos que resultan de la interacción entre maestros-alumnos y alumnos-alumnos. Para ello es necesario considerar a la práctica educativa como una actividad dinámica, reflexiva, que debe incluir la intervención pedagógica ocurrida antes y después de los procesos interactivos en el aula”.

Ello significa que debe abarcar, tanto los procesos de planeación docente, como los de evaluación de los resultados, por ser parte inseparable de la actuación docente.

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