“La enfermedad como camino“

El  presente  escrito  hace  referencia al texto  “La enfermedad como camino“ escrito por Thorwald Dethlefsen y Rudiger Dahlke, en  él  los  autores  parten  planteando  una posición frente a las enfermedades y síntomas, en el desarrollo del capítulo se puede  percibir   que   las enfermedades que el  ser  humano padece en distintos momentos de su vida intentan dar un mensaje o hacer ver algo de lo que la persona no se da cuenta, pero normalmente se intenta eliminar el síntoma en vez de descifrar el causante de éstas. Por consiguiente, si  se  desea s descubrir qué es lo que  señala el síntoma, es  necesario apartar la mirada de él y buscar más allá.

En el correr  del segundo capítulo, el cual se tomará  como referencia  principal  del  presente  escrito, se relata “La ley de la polaridad” como ley fundamental del mundo, donde se puede entender que  la enfermedad y la salud coexisten  en  una total polaridad.

Siguiendo con el orden propuesto, en el tercer capítulo titulado “la sombra”, se hace énfasis en la suma de todo lo que el ser humano no quiere ser, no quiere admitir   y que por tanto descarta, se evidencia  como esta ( la sombra) es el mayor enemigo que tiene el ser humano.

En relación con el cuarto capítulo “Bien y mal” es necesario comprender que  Bien y Mal son dos aspectos de una misma unidad y, por lo tanto, interdependientes para la existencia. El Bien depende del Mal y el Mal, del Bien.

Desarrollo

«Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.» El Kybalion.

Partiendo del supuesto anterior, la comprensión cabal de la ley de la polaridad permitirá el desarrollo del siguiente escrito; entendiendo que, si bien es cierto que la polaridad constituye el problema central de nuestra existencia también es cierto que los polos se complementan mutuamente,  necesitan el uno del otro para existir.

Es importante reconocer que lo polar no es el mundo sino el conocimiento que nuestra conciencia nos da de él.

Antes de entrar en consideración, observemos las leyes de la polaridad en un ejemplo concreto como la respiración que da al ser humano en  la experiencia básica de polaridad. Inhalación y exhalación se alternan constante y rítmicamente. Ahora bien, el ritmo que forman no es más que la continua alternancia de dos polos.

La conciencia humana divide todo en parejas de contrarios que nos plantean un conflicto porque nos obligan a diferenciar y a decidir, por tal razón nos encontramos  sujetos  a una dicotomía constante que nos lleva a  optar entre un polo y el otro, un sí o un no, el todo o la nada, inhalación o exhalación, ying o yang, Dios y demonio, diversos momentos que nos dan a conocer  la dependencia absoluta del uno con el otro.

En La búsqueda de evidencias de la ley de la polaridad, se destaca en la medicina, como en toda ciencia principios que cumplen con lo expuesto en ella:

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