La identidad mexicana
Enviado por estefaaania • 7 de Febrero de 2012 • Informe • 361 Palabras (2 Páginas) • 564 Visitas
VIEJO O ADOLESCENTE, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el
mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el
rostro y máscara la sonrisa. Plantado en su arisca soledad, espinoso y cortés a un
la gente norteamericana tiene mucha seguridad y confianza, tiene aparente alegría y conformidad con el mundo que los rodea, y ahí no terminan nuestras diferencias, “ellos son crédulos y nosotros creyendo, aman a los cuentos de hadas y las historias policíacas, nosotros los mitos y las leyendas”, los mexicanos mienten por fantasía o desesperación, ellos no mienten, pero sustituyen la verdad verdadera por otras menos desagradable. Los mexicanos son desconfiados, ellos abiertos, nosotros somos tristes y sarcásticos, ellos alegres y humorísticos.
comienza con la interrogación de la identidad mexicana, la interrogación de su propia identidad a raíz de su encuentro con el “Otro”.
Del lado mexicano frecuentementemente esta carga psicológica se manifiesta en ofensas verbales a las que los chicanos, heridos por quienes consideraban aliados, frecuentemente responden también con insultos. & sin embargo mexicanos y chicanos compartimos la otredad desde la perspectiva estadounidense, los unos el otro exterior al sur del norte, borde/frontera, los otros el otro interno al norte del sur.
ASPECTOS PSICOLOGICOS:
soledad:
El sentimiento de soledad, por otra parte, no es una ilusión —como a veces lo es
el de inferioridad— sino la expresión de un hecho real: somos, de verdad,
distintos. Y, de verdad, estamos solos.
el pachuco se afirma un instante como soledad y reto, niega la sociedad de la que procede y en lugar fundirse con la sociedad norteamericana, la reta provocando ser perseguido, rechazado, lo cual lo redime y rompe su soledad. A diferencia de los norteamericanos quiénes niegan todo la realidad que parece desagradable, uno de los rasgos más notables de los mexicanos es su contemplación a el horror, su familiaridad y su complacencia en su trato, el gusto por la destrucción se deriva principalmente de una cierta religiosidad; Sí, nos encerramos en nosotros mismos, hacemos más profunda y exacerbada la conciencia de todo lo que nos separa, nos aisla. Y nuestra soledadaumenta porque no buscamos a nuestros compatriotas. El mexicano, fácil a la efusión sentimental, la rehúye.
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