La imaginación sociológica Charles Wright Mills

Este trabajo está basado en el análisis y comprensión del pensamiento de Charles Wright Mills y concretamente en el estudio del capítulo primero “La Promesa” de su libro “La Imaginación Sociológica” (1959)

Charles Wright Mills (28 de Agosto de 1916 - 20 de Marzo de 1962) fue un reconocido sociólogo estadounidense que centró sus esfuerzos en aclarar la naturaleza y los usos de las ciencias sociales en la época en la que se encontraba, después de la II Guerra Mundial en los EEUU. El libro que se considera tuvo más relevancia fue el de La Imaginación Sociológica (1959) donde su autor trata de explicar qué significado tiene y la necesidad por parte del individuo de poseer esta cualidad para entender como están relacionados sus problemas personales con los problemas de la sociedad.

Mills define Imaginación Sociológica como “la cualidad mental que les ayude a usar la información y a desarrollar la razón para conseguir recapitulaciones lúcidas de lo que ocurre en el mundo y de lo que quizás está ocurriendo dentro de ellos”. “La imaginación sociológica nos permite captar la historia y la biografía y la relación entre ambas dentro de la sociedad. Ésa es su tarea y su promesa.” (pag. 26). Analiza al hombre y la sociedad y cómo la historia personal de uno y la historia de la sociedad no pueden ir por independientes.

Aunque Mills sitúa su obra en un momento muy concreto, la imaginación sociológica puede trasladarse y analizarse en cualquier contexto histórico y por cualquier individuo siempre y cuando el mismo sea capaz de ver más allá de sí mismo, de su propia vida y de su entorno más cercano. Lo que Mills nos intenta inculcar es, la capacidad para saber analizar cómo es la sociedad, cual es la época en que las personas están inmersas y cómo deberían ser los hombres y mujeres de hoy en día para poder permitirse una toma de decisiones adecuada y poder cumplir las expectativas personales.

Los individuos deben centrar su interés en el conocimiento y el poder analítico. Primero deben ser capaces de detectar el problema y saber actuar en un contexto sociocultural e histórico diferente. En base a este nuevo escenario, el actor social debe orientar sus esfuerzos hacia la comprensión de lo que está ocurriendo en cuanto a los aspectos sociales, económicos, históricos, políticos y culturales. Aplicando la imaginación sociológica, tomaremos decisiones que nos ayudaran a explicar de una manera racional, la relación que tienen nuestras inquietudes personales con los problemas mundiales, dando lugar a acciones satisfactorias que afecten a nivel individual y a nivel social en esta nueva realidad cognitiva.

En mi caso particular, hace 17 años después de mi experiencia en el sector bancario, decidí emprender un negocio dedicado a los servicios inmobiliarios, el cual fue bastante fructífero hasta el inicio de la crisis en el año 2007, crisis que conseguí superar por una política económica conservadora. Ante el contexto económico actual de crisis provocado por la guerra comercial de EEUU y China, el Brexit y la incertidumbre política española, trato de buscar nuevas salidas profesionales, ya que no me veo dispuesta a superar una nueva crisis.

Dicho esto, decido continuar y aportar mis conocimientos y mis capacidades a un nuevo negocio familiar ya consolidado y dedicado al sector de la formación. Considero que, en épocas de crisis ante la escasez de trabajo y la competencia, es necesario reciclarse y formarse, por lo que entiendo que es un negocio con grandes expectativas.

Por otro lado, uno de los problemas que tiene el centro donde pretendo trabajar, es el anquilosamiento en los sistemas tradicionales y por ello, a través del estudio del Grado de Marketing, busco implementar procesos tecnológicos a la formación desde el actual modelo y nuevos sistemas, como son la formación on-line.

Entiendo que mis estudios en Marketing complementarán las fortalezas ya logradas y solucionarán debilidades en el aspecto académico y comercial.

Un claro ejemplo de imaginación sociológica que afecta a las dimensiones sociales, políticas, económicas y culturales, es el que se produjo en la Bahaus y el movimiento moderno.

Desde el siglo XIX, en el contexto de la Revolución Industrial, los procesos industriales de los objetos cotidianos y los objetos artesanales, estos últimos muy relacionados con el arte, han seguido caminos contrapuestos. Por un lado, los artesanos se consideraron como artistas puros quedando los objetos industriales en manos de oscuros diseñadores, no pudiendo disfrutar las clases medias y bajas de productos de cierta calidad en su diseño.

Por ejemplo, todos admiramos las sillas o la rejería modernista de Gaudí, pero estos productos son puramente artesanales y son imposibles de fabricar en masa, por lo que solo disfrutaban de ellos la burguesía catalana.

En este contexto histórico donde ya se había desarrollado una incipiente clase media (profesionales como abogados, arquitectos, ingenieros, pequeños comerciantes, funcionarios, etc) y un proletariado qué ya había visto mejorar sensiblemente sus condiciones, surge en Alemania en el primer cuarto del siglo XX, la escuela de arte y oficios BAUHAUS como precursora del movimiento moderno. En esta escuela se crea un nuevo concepto; se trata de aunar el arte con los procesos industriales para que los objetos de uso común de cierta calidad técnica y artística lleguen a todos los niveles sociales. Así surgen objetos como la “la Silla Wassily” de Marcel Breuer, las sillas del Pabellón Barcelona de Mies Van der Rohe o el mobiliario de Le Corbusier ya dentro del movimiento moderno.

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