La intervención estatal y su acción beneficiosa en la economía de una Nación

        La intervención estatal y su acción beneficiosa en la economía de una Nación

Desde que nacemos hasta que morimos nuestra vida está siendo influenciada por las actividades del estado (Fernández, 2000). La intervención estatal en la economía, ha permitido que algunos países logren salir adelante, tales son los casos de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Países nórdicos, Corea del Sur, etc. Otros países no tuvieron los mismos resultados; en especial algunos de América Latina, esto ocurre por la mala gestión y los actos de corrupción a mano de los gobernantes.

El intervencionismo es una propuesta económica que defiende la necesidad de una participación activa y constante del Estado. Siendo el fin de este solucionar los problemas económicos; de la misma forma, encargarse de la gestión y equitativa distribución de la riqueza.

La intervención estatal tiene sus inicios en la Edad Antigua, donde las monarquías administraban la producción de la tierra y, los trabajadores, rendían tributos o impuestos al Estado, los cuales eran destinados al gasto militar y a la monarquía.

Ya en el siglo XX, Keynes (1936) explica la importancia de la intervención del Estado para moderar los períodos de caída de la actividad económica porque sostenía que el mercado por sí solo no podía hacerlo. Esta teoría resultó efectiva para enfrentar la Gran Depresión de 1929, que fue una crisis financiera en Estados Unidos, teniendo un impacto a nivel mundial y que, a la vez, inspiró a que algunos países latinos tomen la intervención estatal en sus políticas de estado. Después de la devastación y el sufrimiento humano, vividos durante la Gran Depresión, muchas personas se hicieron más conscientes de las debilidades del sistema capitalista.

Actualmente, los medios de comunicación influyen en el pensamiento de las personas, generan temor e incomprensión respecto al propósito de la intervención estatal en la economía de un estado. No debería ser así porque la intervención estatal toma un papel fundamental en la economía, establece precios justos a los bienes y aplica políticas fiscales expansivas que impulsan el crecimiento económico.

¿Es necesaria la intervención del Estado en la economía de una nación? Sí, es beneficiosa la participación del Estado porque asegura las condiciones óptimas para el desarrollo de la economía y garantiza un bienestar social para los habitantes.

Serra (1985) nos dice que el intervencionismo de Estado alude a un sistema intermedio de transición, entre liberalismo y socialismo, que combina intereses públicos y privados, y confían la acción del estado de agrupar, dirigir y suplir la vida del país a la que asigna todavía un amplio margen de acción. Con la intervención del Estado se enfatiza el bien común y se busca frenar los abusos de grandes empresas, las cuales, durante las épocas de crisis, se aprovechan de las situaciones que pueden vivir las personas, aludiendo al sistema neoliberal.

El neoliberalismo es una ideología política que tomó auge en la década de los setenta. Minimiza en absoluto la intervención del estado en la economía, sin embargo, esta corriente ideológica se asocia a resultados económicos impositivos, razón por la cual mantiene connotaciones peyorativas.

Existen dos críticas principales que recibe dicho sistema. En primer lugar, se encuentra la polarización acentuada entre pobres y ricos, que comúnmente se interpreta que los pobres son cada vez más pobres y los ricos suelen ser más ricos; que nos trae como idea la desigualdad laboral y social; en segundo lugar, el daño irreversible a la madre naturaleza, que consiste en la explotación excesiva de los recursos naturales. En este aspecto, es adecuado mencionar la opinión de los ecologistas, “Un sistema basado en el crecimiento y la acumulación constante es insostenible, ya que terminaría agotando los recursos naturales del planeta, de los cuales, gran parte no son renovables”. (Más, 2015)

El intervencionismo del Estado en la economía es más un logro que un obstáculo, siendo el factor principal para remediar las fallas que presenta el libre mercado. Entre los ejemplos más notables de países que aplicaron esta política de Estado a su economía podemos resaltar a los países nórdicos como Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega e Islandia que, si bien es cierto, se han caracterizado por tener un sistema socialdemócrata, la intervención del estado en sus economías ha sido de gran influencia para los servicios públicos, tales como educación, salud y trabajo.

En el ámbito educativo, estos países destinan entre un 12% y un 16% del gasto público a la educación, esto les permite ubicarse con uno de los más altos índices en educación y, por ende, en cultura.

En el ámbito de la salud, todos sus habitantes y residentes legales tienen acceso gratuito al servicio. Este beneficio se caracteriza por ser inverosímil, en otras palabras, difícil

de lograr; sin embargo, la estrategia que se emplea en estos países, se relaciona directamente con la tasa de impuestos, la cual es bastante elevada en comparación con otros países.

En el ámbito laboral, muestra una de las tasas de desempleo más baja en todo el mundo, pues así lo manifiesta un estudio realizado por la agencia estadística Eurostat en el año 2015, donde Noruega posee el índice más bajo con un 3.5% y le sigue Islandia con un 4,9%, ambos aproximándose al empleo total de sus habitantes. (Ver Anexo 1)

La participación del Estado en la economía tiene como propósito solucionar las múltiples fallas de los mercados, situaciones en las que el mecanismo del mercado no puede funcionar adecuadamente; tales como la competencia imperfecta, externalidades negativas, información asimétrica, bienes públicos y enfrentar la concentración de ingresos, ocasionado por la dinámica propia de oferta y demanda siendo estas las conductoras de la acumulación de riqueza en los grupos de poder. Esto se debe a que la propiedad de los factores productivos se encuentra desigualmente repartida entre las personas.

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