La joven señorita y su tortuga mágica

La joven señorita y su tortuga mágica

En una noche tormentosa el mar se sacudía con gran intensidad, las olas golpeaban la orilla de la playa, el viento soplaba fuertemente y las palmeras se sacudían de un lado a otro. A lo lejos se podía ver a una niña que estaba buscando a sus padres que habían salido a un viaje en barco porque habían ido a hacer negocios.

Estaba desesperada porque sus padres usualmente no llegaban tarde, tal vez estaban en problemas por la tormenta, la idea de que algo les podría pasar le asustaba mucho, no podía hacer nada para ayudarlos, así que pidió al cielo que sus padres regresaran, oraba con toda su fe.

En medio de su clamor, en el aire viajaba un sonido extraño, se escuchaba como si algo intentará salir de la arena, a unos metros del lugar donde se encontraba la niña pudo ver que en una parte de la playa la arena se movía de forma extraña, pudo ver como un cuerpo extraño comenzaba a emerger, era una tortuga pequeña que huía de la furia de las olas, de alguna forma se las había ingeniado para esconderse entre la arena.

La tortuga presentaba un aspecto extraño porque tenía pequeñas gemas incrustadas en su caparazón, la niña levantó a la pequeña tortuga, la limpio, la tortuga le habló y le dijo que era una tortuga mágica que otorgaba deseos a las personas más amables y que hacían el bien, la niña se sorprendió por que nunca había visto que un animal hablara entonces la guardo en uno de sus bolsillos para que después le pudiera contar como ganarse uno de los deseos que daba la tortuga.

Y de esta manera la niña se calmó porque le dio una esperanza de poder encontrar a sus padres, así que la niña rápidamente le pidió ayuda a la. Tortuga a lo que la tortuga le dijo que estaba bien, sin embargo, tenía que ser una hija obediente, para que estuviera segura le dio una de sus gemas, le dijo:

-Si te sientes insegura o crees que algo malo te puede pasar en el camino, no dudes en usar esta gema, solo necesitas lanzarla.

 ya era muy de madrugada la tortuga le recomendó a Marina que mejor fueran a su casa y volver al otro día para concederle su deseo, aunque Marina no quería irse porque tenía la esperanza de que sus padres volvieran, pero aun así las palabras de la tortuga la tranquilizaron entonces decidieron irse.

De camino a su casa la niña iba sola por lo que tenía miedo y en eso se le apareció una señora la cual se la quería llevar sin embargo la tortuga utilizó una de sus gemas para protegerla y aventó a la señora hacia muchos kilómetros por lo cual la niña quedó sorprendida y le agradeció a la tortuga.

Seguidamente con esta acción ambos tomaron confianza y la tortuga entonces se presentó y le dijo que se llamaba Pili, al igual que la niña le dijo su nombre el cual era Marina.

Apresuraron sus pasos y llegaron a la casa de Mariana y es ahí cuando la tortuga le dijo que le concedería un deseo, pero al día siguiente tendrían que volver al lugar donde se habían conocido por primera vez.

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