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La narración cronológica


Enviado por   •  29 de Mayo de 2014  •  Informe  •  428 Palabras (2 Páginas)  •  243 Visitas

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El Popol Vuh. La narración cronológica

Texto

Esta es la primera relación, el primer discurso. No había todavía un hombre, ni un

animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni

bosques: sólo el cielo existía.

No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma y el cielo en toda

su extensión. […]

Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Sólo el Creador,

el Formador, Tepeu, Gucumatz, los progenitores, estaban en el agua rodeados de

claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules. […] De grandes sabios, de

grandes pensadores es su naturaleza. […]

Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la oscuridad, en

la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre

sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento. […]

Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se hizo la creación de la

tierra: – ¡Tierra! , dijeron, y al instante fue hecha. […]

Primero se formaron la tierra, las montañas y los valles; se dividieron las corrientes

de agua, los arroyos se fueron corriendo libremente entre los cerros, y las aguas

quedaron separadas cuando aparecieron las altas montañas.

Luego hicieron a los animales pequeños del monte, los guardianes de todos los bosques,

los genios de la montaña, los venados, los pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras,

víboras, guardianes de los bejucos. […]

Pero no se pudo conseguir que hablaran como los hombres; sólo chillaban, cacareaban

y graznaban; no se manifestó la forma de su lenguaje, y cada uno gritaba de manera

diferente. […]

Así pues, hubo que hacer una nueva tentativa de crear y formar al hombre por el

Creador, el Formador y los Progenitores.

– ¡A probar otra vez! Ya se acercan el amanecer y la aurora: ¡hagamos al que nos

sustentará y alimentará! ¿Cómo haremos para ser invocados, para ser recordados sobre

la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras obras, nuestras primeras criaturas;

pero no se pudo lograr que fuésemos alabados y venerados por ellos. Probemos ahora a

hacer unos seres obedientes, respetuosos, que nos sustenten y alimenten. Así dijeron.

Entonces fue la creación y la formación. De tierra, de lodo, hicieron la carne del

hombre. Pero vieron que no estaba bien, porque se deshacía, estaba blando, no tenía

movimiento, no tenía fuerza, se caía, estaba aguado, no movía la cabeza, la cara se le

iba para un lado, tenía velada la vista, no podía ver hacia atrás. Al principio hablaba,

pero no tenía entendimiento. Rápidamente

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