La política como medio para la corrupción en Colombia

LA POLÍTICA COMO MEDIO PARA LA CORRUPCIÓN EN COLIMBIA

Entre cuatro y seis millones de dólares fueron aportados por las organizaciones del narcotráfico a la campaña electoral del presidente Ernesto Samper. El presidente fue juzgado por estos hechos y absuelto por el congreso . En igual sentido en los últimos diez años, es frecuente escuchar en los medios de comunicación noticias como capturas senadores, presentantes a la cámara, ex ministros y otros tantos funcionarios del estado, algunos elegido de manera popular y otros nombrados por medio de ternas, o que en su defecto están siendo investigados por la comisión de delitos que atenta contra el patrimonio público.

Conforme a lo anterior, se puede concluir que en la gran mayoría de veces que se tiene un caso de corrupción en Colombia, se encuentra inmerso en él, alguien que se encuentra vinculado de manera directa o indirecta con la Política, es por ello que con este escrito, se busca en primer lugar, hacer una radiografía frente a uno de grandes escándalos de corrupción, por lo que ha pasado Colombia, mencionar quienes fueron sus grandes protagonistas y finalmente describir como se ha distorsionado el sentido y objetivo de hacer política, en busca satisfacer necesidades y gustos personales.

Es preciso partir de lo que describe Adela Cortina, en su obra “el paradigma ético del Estado contemporáneo”, en cuanto al significado de la corrupción en la administración pública, denominado como el “fenómeno por el que un funcionario público es impulsado a actuar en modo distinto de los estándares normativos del sistema para favorecer intereses particulares a cambio de una recompensa” . Para de esta manera, comprender lo sucedido en Colombia y los efectos de una mala decisión al momento de elegir a quienes serán sus representantes, en los grandes espacios del País.

Fiscal anticorrupción, acusado de corrupto.

En Colombia hay 230.000 abogados, 355 por cada cien mil habitantes, pero –no me pregunten por qué: porque pasó la prueba del polígrafo, porque tenía amigos en la rama, porque esa Colombia se empeña en ser esa Colombia– no fue posible encontrar un mejor candidato que un corrupto para liderar la lucha contra esta corrupción que ya parece una moneda de cambio, una lengua. Sí, el tercero al mando después del Papa ha sido acusado de pedofilia. Y sí, el Secretario de Seguridad de Medellín ha sido acusado de concierto para delinquir. Pero el repugnante caso del señor Moreno Rivera, que así se llama el exjefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía, no solo ha probado que somos pastoreados por los lobos, sino que ha hecho evidente la perversa solución que hemos estado dándole a la corrupción: decir “es que así somos” .

Esta situación de corrupción está precedida, no solo de intercambios de favores, sino también de “tajadas, regalos, chantajes y beneficios” que otorgaba y recibía el señor Gustavo Moreno a quien habría sido exgobernador de córdoba y quien actualmente se encuentra libre, mientras termina con su colaboración con las autoridades norteamericanas, pero que está próximo a regresar al País a pagar una condena y a otros tantos

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