La problemática relación entre los jóvenes y la publicidad

La problemática relación entre los jóvenes y la publicidad

(Tesis)

 A lo largo de este ensayo, se defenderá la postura que la evolución de la publicidad de la mano de la tecnología ha repercutido negativamente en los jóvenes.

(Introducción)

En la actualidad, la publicidad no es solo una herramienta comunicativa que búscala promoción de algún bien o servicio; sino, supone una imagen de nuestra sociedad. Sin embargo, con los nuevos avances tecnológicos y el uso masivo de estereotipos, los modelos de vida que se presentan a través de los medios de comunicación tienden a alejarse de la realidad en la que vivimos. La nueva Era Tecnológica, ha permitido que la publicidad logre un impacto mucho más profundo en los individuos, puesto que, la tecnología se ha convertido en parte fundamental de nuestras vidas, y constituye el nuevo medio de las estrategias publicitarias. Esto tiene repercusiones especialmente sobre los jóvenes, quienes son los más vulnerables frente a los estereotipos, debido a su necesidad de adaptación e integración. Esta realidad social la utilizan las marcas para su beneficio, dirigiendo gran parte de sus recursos a este público más joven, logrando influir en el desarrollo de estos, y, por ende, en su estilo de vida. De lo anterior se desprende la siguiente pregunta ¿Es beneficiosa la influencia de la publicidad en los adolescentes?

¿En adelante responderá la pregunta que ha formulado? Si es así no ha comprendido la estructura del ensayo. Lo que debe hacer es plantear y argumentar una tesis, no una pregunta. Entonces… la tesis debiera estar introducida y presentada acá, no al inicio o en último término, repetirla.

(Primer Argumento)

En primer lugar, debido a los avances tecnológicos, el marketing digital y las redes sociales se han trasformado en los principales canales de publicidad. Según la editora digital Angélica Baeza (s.f.), los individuos entre los 15 y 19 años pasan un promedio de 7,2 horas conectados a internet, es decir, expuestos directamente a la influencia de la publicidad y del consumo. Esta exposición representa un peligro para los jóvenes, ya que, al encontrarse en un proceso de formación, moldean sus conductas de acuerdo a los factores de comportamiento de su entorno, y consciente o inconscientemente, buscan asimilarse a las conductas sociales que se les presenta en la publicidad, perdiendo progresivamente su identidad personal. Es decir, la identidad pasa de ser construida, a ser adquirida, basándose en los modelos de consumo trasmitidos por las técnicas publicitarias. Este trastorno en el desarrollo de la identidad, ocasiona que las bases de la personalidad de los jóvenes sean inestables, repercutiendo negativamente sobre el funcionamiento internó del individuo y su capacidad de adaptación con su entorno. Asimismo, según el centro de psicología y psiquiatría Manuel Escudero (s.f.), se puede reflejar en problemas más específicos, como la dificultad en la toma de decisiones, aumentó de inseguridades, y sensibilidad a la influencia de otras personas.

(Segundo Argumento)

Por otro lado, la publicidad es considerada dañina para los jóvenes debido a los estándares inalcanzables de belleza que trasmite. Para los adolescentes, la integración social es de suma importancia, llevándolos a aceptar e imitar los estereotipos a los cuales se ven expuestos. Este deseo de reproducir los estándares de belleza, puede causar que los jóvenes adopten hábitos que atenten contra su integridad física. Los trastornos alimenticios son enfermedades que “se caracterizan por una conducta alterada frente a la ingesta alimentaria o la aparición de conductas para controlar el peso” (Hilker, 2019) cita mal referenciada , y se derivan, en parte, por la influencia de la cultura de la delgadez presente en el mundo publicitario, que incita a los jóvenes a asimilarse lo más posible a los estereotipos, llevándolos a modificar sus hábitos alimenticios, hasta el punto de derivar problemas de salud. Entre los trastornos alimenticios más comunes, podemos mencionar la anorexia, la bulimia, la vigorexia y la permarexia. Según la Pontificia Universidad Católica de Chile (2021), el 12% de los adolescentes chilenos padece alguno de los mencionados trastornos alimentarios, predominando la anorexia y la vigorexia. Con dichas cifras, se evidencia el daño que ocasiona la publicidad y los estereotipos poco realistas en la salud de los adolescentes.

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