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La responsabilidad social de la empresa


Enviado por   •  23 de Octubre de 2016  •  Resumen  •  1.110 Palabras (5 Páginas)  •  292 Visitas

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Resumen

Materia:

Administración general.

Catedrática:

Lic. Flor Turcios

Estudiante:

Oscar Murillo

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21 de octubre 2016

La responsabilidad social de la empresa

Desde mediados de los 80, en simultáneo con el agotamiento del modelo de Estado de Bienestar y el auge del neoliberalismo, la sociedad comenzó a demandar a las empresas mayor responsabilidad social y ambiental, además de un comportamiento más ético y transparente. Esto es clave en la coyuntura actual, en que la empresa ya no se limita a administrar recursos económicos, técnicos y humanos.

Las empresas, más visibles

Renaud Sainsaulieu y Denis Segrestin fueron los primeros sociólogos que utilizaron la expresión «sociología de la empresa». Ellos demostraron que durante los años 80 se vivió en Europa una época tan importante para la empresa como lo fue la de Mayo del 68 para la evolución de los modos de vida, las relaciones sociales de consumo o la lucha contra las desigualdades de género, Sainsaulieu y Segrestin proponen el desarrollo de investigaciones con un abordaje deliberadamente institucional de la empresa, de modo de contemplar en forma simultánea tanto la cultura como la relación entre las empresas y el cambio social,  pensar en qué medida la sociedad comenzó a demandar más responsabilidad y acciones éticas por parte de las empresas a partir de la implementación del modelo neoliberal y del agotamiento del Estado de Bienestar en Europa, y fue justamente durante ese período de los 80 que la sociedad civil dio los primeros pasos en el sentido de reclamarles a las empresas mayor responsabilidad social y ambiental, y también más transparencia. En ese contexto de cambio, la reestructuración patrimonial a partir de la apertura de la economía no sirvió de incentivo para la mayor parte de los grandes grupos nacionales, e incluso reforzó sus fragilidades intrínsecas. Renato Boschi no coincide con la opinión mayoritaria, que considera que «las reformas orientadas al mercado han destituido al Estado de su capacidad de intervención (...) Es sorprendente la recomposición operada, tanto en el plano de las iniciativas del Estado, como en el plano de las respuestas de los actores privados en términos de readaptación y reconstrucción de la representación de los intereses privados .Este cambio en el modelo del Estado contribuyó a intensificar el debate ideológico. Por un lado, los Institutos Liberales, presentes en los principales estados brasileños, operaron muy activamente en los años 80 y 90 para divulgar y afirmar los principios clásicos del liberalismo. Eduardo Gomes y Fabricia Guimarães (1999) muestran que este movimiento empresarial estuvo en realidad orientado hacia una discusión más amplia sobre el país y tuvo como base la construcción de un «empresario ciudadano» Luiz Fernando Furlan, realizó recientemente una autocrítica respecto del lugar de los empresarios: éstos, según dijo, no gozan de credibilidad en la opinión pública. El origen de esta imagen negativa se encontraría en la falta de participación de los empresarios en un proyecto nacional.

La sociología de la empresa

Según Michel Liu (1992), la empresa debe ser considerada como un sistema abierto, dado que conjuga las nociones de autonomía y dependencia en relación con los campos en que se inserta. Los intercambios con el medio son necesarios y continuos, por otro, ella devuelve a la sociedad algo diferente de aquello que recibe, esto significa que los miembros de una empresa forman un colectivo que presenta una identidad y una cultura propias, ya que la empresa funciona como una creadora social, en el sentido de aquello que une a los individuos y constituye la sociedad.  La creación y el desarrollo permanente de nuevos recursos se imponen como exigencias para la supervivencia económica. Una de las claves para llevar adelante ese desafío es la calidad de la estructura social de las relaciones humanas de trabajo, pues ella es una de las fuentes cruciales de creatividad.  En el seno de la organización empresarial, los actores tienen siempre posibilidad de elección; construyen una organización cuyo resultado es ratificado por el exterior. En esta perspectiva, Bernoux (1985) explica que los hechos colectivos son considerados como el producto, la combinación, la suma de un conjunto de acciones individuales. Tal metodología exige que se pase por los individuos para llegar al compuesto, el hecho social, que es visto como algo construido que se debe, en parte, a la suma de los comportamientos individuales. La función social de la empresa puede ser analizada, entonces, a partir de dos ejes: el primero privilegia la relación empresa-sociedad, estudiando la forma de interacción establecida con la dinámica social; el segundo enfatiza lo que la empresa efectivamente realiza para asegurar la cohesión y el dinamismo de sus empleados.

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