La tienda del cielo.

La tienda del cielo.

Hace mucho tiempo atrás, caminaba por el camino de la vida. Un día vi un letrero que leía “La Tienda del Cielo” Me fui acercando y la puerta se fue abriendo. Cuando me di cuenta, ya estaba parado dentro de ella. Vi muchos ángeles parados por donde quiera, uno me dio una canasta y me dijo: “Hijo mío compra con cuidado. Todo lo que un cristiano necesita está en esta tienda y lo que no te puedes llevar ahora, lo llevas después”.  Primero compré paciencia, luego amor y más adelante comprensión. Todos necesarios para ir a donde quiera. Compré dos cajas de sabiduría, dos bolsas de fe y no me olvidé del Espíritu Santo.  ¿Cómo olvidarme, si está donde quiera?   Me detuve a comprar fuerza y coraje para ayudarme con esta carrera que es la vida. Ya se me llenaba la canasta cuando recordé que necesitaba gracia y no podía olvidar la salvación, pues era gratis. Siendo así traté de tomar bastante para salvarnos tú y yo.

Caminé hacia el cajero para pagar lo que debía, creyendo tener todo lo que necesitaba para hacer la voluntad de mi Padre, pero cuando llegué, vi la oración y tuve que añadirla a mi canasta, porque sabía que el pecado estaba al salir de la tienda. También había paz y mucha felicidad, canción y alabanza colgaban del techo y arranqué ambas. Llegué donde el ángel que servía de cajero y le pregunté:          

¿Cuánto debo? Sonrió y me respondió: “Lleva tu canasta a dónde quiera que vayas”. Volví a preguntarle: “Si, pero ¿Cuánto le debo? Otra vez sonrío y me respondió: “Hijo mío, JESÚS PAGÓ TU DEUDA HACE MUCHO TIEMPO”.

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