La trata de personas es un fenómeno muy antiguo que atenta contra los derechos humanos.

INTRODUCCIÓN

La trata de personas es un fenómeno muy antiguo que atenta contra los derechos humanos. Desde hace cientos de años, mujeres y niñas han sido alejadas de sus lugares de origen con la finalidad de ser comercializadas como objetos sexuales, servidumbre o mano de obra, pero ha sido sólo desde las últimas dos décadas ha venido saliendo a la luz pública. Es entonces, es un problema viejo al que sólo se le conoce con un nombre nuevo. Este delito ha alcanzado un nivel tan alto que se ha impulsado la creación de varios tratados sobre el tema. En noviembre de 2013, la organización de las naciones unidas emitió un reporte en cual señala que, cada año, entre 700 mil y dos millones de mujeres y niñas son traficadas a través de las fronteras internacionales, la mayoría de ellas con la intención de ser vendidas y explotadas sexualmente.^[1]

Poco a poco la trata de personas ha ido evolucionando y en la actualidad todos los seres humanos en condiciones vulnerables se convierten en el blanco perfecto de explotación; hombres, mujeres, migrantes y niños, en pocas palabras, a todos los que se ubiquen en ciertos grupos socioeconómicos, se les somete, explota o comercia como mercancía sexual y/o laboral, lo que sin duda afecta los derechos humanos más básicos de una persona, como la libertad en todas sus vertientes. Este delito somete anualmente a nivel mundial a millones de personas a la esclavitud y genera réditos económicos hasta por 32 mil millones de dólares^[2], de los cuales su gran mayoría provienen del comercio sexual.

En los últimos años, la trata de personas ha alcanzado proporciones inimaginables. El Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños (Protocolo de Palermo), define la trata como: La acción de captar, trasladar, acoger o recibir personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concepción o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre  otra con fines de explotación^[3]. Las formas de explotación incluyen, la prostitución u otras formas de explotación sexual, los trabajos forzados, la esclavitud o la servidumbre.

En México el delito de trata de personas se encuentra legislado en la Ley General para Prevenir y Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencias a las Víctimas de estos Delitos,  y en diversos códigos penales y leyes especiales estatales. En esta ley se contemplan diversos escenarios para la comisión del delito, incluyendo la trata de personas a nivel nacional e internacional. México se ha unido a los esfuerzos internacionales para prevenir y luchar contra este negocio tan lucrativo. Dado que estas conductas son de tipo internacional, traspasan las fronteras y para combatirlas ha sido necesario unirse al esfuerzo internacional y aceptar diversos tratados.

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