Las Américas

Las Américas

La denominación “americanos” ha traído conflicto entre las regiones de este continente ya que los residentes de un solo país se han apropiado de esta designación. Para entender la razón hay que remontarse al siglo en el que Colón llegó a América. Antes, hay que tomar en cuenta que en la Antigüedad solamente una minoría de geógrafos europeos creían en la existencia de ‘un nuevo mundo’ al que denominaban “Antípodas”. Fue con el renacimiento que la idea de otro continente tuvo más valor. En el siglo XVI los colonizadores y navegantes tenían una concepción errada sobre el tamaño de América. E inclusive los mapas mostraban a Norteamérica como una pequeña franja de territorio. Las mentes del viejo mundo se resistían a aceptar el gran tamaño y la complejidad de América; por lo cual, la catalogaban como un solo conjunto. Adicionalmente, la unidad hemisférica fue implantada ya que resultaba complicado calcular su dimensión y, de esta manera lo disminuían a proporciones manejables. Se hacían generalizaciones en cuanto al clima y características de la región como si solo de una unidad se tratara. Ahora bien, estamos acostumbrados a dividir a américa en dos partes: la primera, conformada por Estados Unidos y Canadá; y, la segunda, por los países restantes. Sin embargo es una categorización desequilibrada. Este hábito se debe a que la parte meridional tuvo diferencias en su desarrollo post-colonización mientras que, estos países norteamericanos se adaptaron y expandieron sin muchos problemas. En efecto, América no presenta homogeneidad, tanto su parte septentrional y meridional presentan diferencias marcadas en cuanto al desarrollo, crecimiento, estabilidad, recursos, economía, entre otros. Teniendo la supremacía Estados Unidos y Canadá sobre los demás países. Sin embargo, al tener una perspectiva unitaria de estas divergencias podemos darnos cuenta de que esto es un producto de los eventos históricos y no fue algo previsto.

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