Las Salidas A Terreno
Enviado por gustavoherreraj • 25 de Noviembre de 2014 • 1.227 Palabras (5 Páginas) • 384 Visitas
Las “salidas a terreno” un tipo de aprendizaje por proyectos muy atractivo
Si hay alguna actividad académica que concita el entusiasmo inmediato de nuestros estudiantes de cualquier edad son las “salidas a terreno” o “salidas de campo” y en mi vida profesional he visto muchas, por cierto las organizadas por mí y las que mis colegas hacen con sus respectivos cursos. Cuando sé que un curso ha salido a terreno con otro colega, en la clase siguiente a viaje que me toque con ellos, suelo preguntarles tres cosas:
1. ¿Les gustó la salida?
2. ¿Qué aprendieron que les llamó más la atención? y
3. ¿Qué trabajo tienen que hacer?
En alguna ocasión, incluso, cuando me entero con suficiente tiempo, suelo “colgarme” de la actividad y pedirles que pongan atención a determinadas situaciones porque deberán hacer un informe en Lenguaje, lo que, por cierto, casi nunca es bien recibido.
Pero volvamos a las preguntas: la primera es respondida casi sin problemas y con altos índices de entusiasmo y motivación expresadas en varias manos levantadas para responder y muchos detalles de todo tipo en la respuesta.
La segunda, sin embargo, ya manifiesta menos entusiasmo y en cuanto a la tercera, en ocasiones (no siempre) me he encontrado con franco silencio.
¿Por qué?
En un porcentaje levemente superior a la mitad, me he encontrado que los cursos que salen a terreno, particularmente los mayores, no suelen tener claro qué actividad evaluativa deberán hacer con esa salida, es más, no pocas veces me encuentro con que, en realidad, el colega no ha planificado ninguna evaluación al respecto.
Cabe aquí la pregunta, ¿valió la pena el tiempo y recursos invertidos en dicha actividad? Mi respuesta invariable es sí, casi siempre. Pero muchas veces agrego que no se obtuvo todo el provecho posible en actividades así planteadas.
Buscando información para apoyar algunas ideas que deseaba presentar en este artículo, me encontré con un estupendo trabajo del colega Fernando Colipue Báez, profesor de Educación General Básica, de Iquique, publicado en la Revista Educar Nº 49 del año 2001, que contiene una interesante metodología que con pocos ajustes (1) presentes a ustedes:
1. Marco General:
a) Planificar la actividad de tal modo que los objetivos que se persiguen en ella queden meridianamente claros tanto para los estudiantes y sus padres, como para las autoridades del establecimiento (Dirección, UTP, Jefatura de curso, etc.).
b) El lugar o los lugares elegidos deben permitir el logro de dichos objetivos.
c) Confeccionar previamente los instrumentos de evaluación (entrevista, guías, pautas de observación, listas de cotejo, rúbricas, etc.) y tener cuidado que dichos instrumentos sean conocidos en su metodología de desarrollo por los alumnos.
d) Informar a los estudiantes en forma previa y muy clara qué tipo de informe (y en qué fecha) deberán entregar una vez que la salida a terreno ha finalizado.
e) Buscar y Permitir que dicha actividad sea informada por todos los medios internos disponibles en el establecimiento (diarios murales, revistas institucionales, páginas web, canales de tv o radios internas, etc.)
f) Evaluar siempre, ya sea en forma individual o colectiva a los estudiantes que participaron y evaluar en forma personal la planificación e implementación de la actividad.
2. Etapas de una actividad en terreno:
a) Preparación del trabajo: el docente debe conocer previamente el lugar elegido, si no lo conoce personalmente por razones de tiempo y distancia, debe informarse a cabalidad de lo que allí encontrará (si eligió ése lugar, es porque dispuso de sólida información previa sobre aquél).
b) Si es posible, revisar con os alumnos en la web la información que existe respecto del lugar elegido.
c) Con la información recabada puede plantearse algunas situaciones problemáticas para conversar con sus alumnos tales como:
¿qué pasaría si desaparece toda la vegetación de este lugar? (si es una salida a un espacio abierto y natural)
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