Lectura: Ventajas y desventajas del PIB

Tras leer los artículos expuestos, uno puede darse cuenta que todos protestan, en cierta manera, del uso inapropiado del producto interior bruto (PIB) como indicador de los niveles de bienestar de una nación.

En mi opinión, estas críticas respecto al PIB están en lo correcto, ya que el bienestar económico, social y de desarrollo de un país no debe ser medido únicamente a través del crecimiento de su economía. Por esta razón se han de tener en cuenta más factores y crear indicadores que puedan medir mejor el avance de un país y con los cuales, evaluar de manera correcta la distribución de la riqueza, la sostenibilidad y el progreso social, humano y económico de este.

Además, en muchas ocasiones, el nivel de felicidad de los habitantes de un país no tiene por qué estar relacionado con el crecimiento económico del mismo o del nivel de renta que se tenga, sino que influyen otros muchos factores tales como familia, religión, sanidad, educación etc.

No obstante, no demonicemos al PIB, ya que es un indicador que puede funcionar como una referencia muy buena para determinadas cuestiones de crecimiento económico, pero a la hora de analizar el bienestar económico necesitamos utilizar medidas complementarias.

Por ejemplo, el índice sobre el desarrollo humano (IDH) puede servirle de apoyo al PIB para llevar a cabo una medición más exhaustiva que no sólo se base en la riqueza de la economía, sino también en la riqueza de la vida humana.

El PIB está siempre formado de los mismos elementos de medida de crecimiento económico, independientemente del momento en el cual nos encontremos, por este motivo no se ve muy resentido a los cambios que se producen con el tiempo en la sociedad, ni tiene en cuenta elementos que puedan volverse relevantes para la población.

Sin embargo, el IDH explora otros aspectos de la vida de las personas, los cuales reflejan también el desarrollo de una nación, como serían el acceso a una mejor educación, mejores servicios sanitarios, medios de vida más seguros, seguridad, adecuada cantidad de tiempo libre, libertades políticas etc.

Al contrario de los aspectos que conformaban el PIB, estos últimos varían según van cambiando las necesidades y prioridades de las personas y también dependiendo del país en el que vivan. Así que como conclusión final nos quedaremos con la idea de que es importante añadir otro tipo de mediciones complementarias al PIB que analicen de una manera más dinámica la situación del país, no sólo en términos económicos, sino indagando en cómo se encuentran sus habitantes.

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