Legalizacion De Drogas
Enviado por haroldfarias • 25 de Marzo de 2012 • 1.486 Palabras (6 Páginas) • 1.246 Visitas
Contra la prohibición de las drogas
El senado no debería regular el consumo de drogas debido a que hay un gran número de adictos en México que adquieren drogas de manera ilícita y a veces en su desesperación robando matando o haciendo actos ilícitos, ahora si la legalizan esto, más que beneficiar complicaría la situación en cuanto a seguridad y el bienestar de cada uno de nosotros. Esto no es poner en discusión el derecho que tiene cada uno como persona de decidir qué es lo que puede o no puede hacer con su cuerpo sino que todas aquellas personas que consumen drogas la vuelvan a consumir, hasta volverse adictos.
Esta aprobación fue hecha sin tomar en cuenta medias necesarias para el control de estas personas, entre esto que habría más gente que necesitaría de una atención médica y de un tratamiento pues al aprobarse, ¿no se tienen que hacer responsables de los actos de este, además de que quienes legalizan las drogas es porque tiene algún vínculo con el consumo o con el mismo negocio del narcotráfico? El consumo de drogas más que beneficiar crea gente inservible en lugar de gente indispensable, gente que estorba y no que produce, un ejemplo parecido sin duda alguna es la de las bebidas alcohólicas pues a partir de la legalización aumentó exponencialmente el consumo de alcohol y su producción se convirtió en un negocio que no ha cesado de crecer hasta el presente, momento en que recluta sus clientes entre menores de edad y que a pesar de que el gobierno cree que lo regula es más que obvio que muchos menores de edad todos los días se exponen ante el alcohol de muchas formas.
Parece que el grito de “¡que legalicen las drogas!” se oye en todas partes y en círculos liberales y liberal-conservadores también. Algunas personas sostienen que la legalización de las drogas es la única manera de “ganar” la guerra contra las drogas. Estamos de acuerdo en que la lucha contra las drogas es una carga más para los contribuyentes. Pero las consecuencias de legalizar las drogas son graves y empeorarían una situación que ya de por sí está fuera de control. Si uno examina los argumentos detrás de la legalización de las drogas, resulta evidente que la legalización de las drogas no resolverá ninguno de los problemas relacionados con ellas.
Suele ocurrir que los funcionarios del Estado se meten con gente que tiene poco que ver con el tráfico de droga, mientras se ignora a los traficantes de otros países y nacionales que sí entran a diario por Barajas, como todos sabemos. Creo que se debe centrar más en educar a los niños sobre los peligros de las drogas. Me preocupan más los traficantes que los compradores. Pero los problemas que tenemos actualmente en la lucha contra el tráfico de las drogas no significan que debemos tirar la toalla y legalizar todas las drogas. Se deben cambiar los esfuerzos hacia otros enfoques. Pues aquí están los argumentos que utilizan tanto los progres y los niñatos inmaduros que sólo les interesa fumarse el porro y decir “¡mira fumo porros!”.
“Pero el consumo de drogas es cosa del individuo…”. Que las personas tienen derecho a hacer lo que consideren oportuno, siempre que no perjudiquen a nadie. Eligen poner la droga dentro de su cuerpo, y tienen el derecho de hacerlo, sin injerencias del Gobierno. Creo que hay actualmente demasiado gobierno, y nuestro gobierno actual limita los derechos de las personas demasiado con muchos reglamentos absurdos. Pero el argumento con respecto a la elección individual de cada persona cuenta con dos importantes defectos.
Además las drogas no sólo dañan a la persona que opta por drogarse. Las personas y sus derechos no existen en un vacío. Uno tiene que mirar más allá: según un informe sobre el maltrato de menores, la droga tuvo algo que ver en el 67% de los casos; las agresiones físicas y sexuales en la vía pública también tienen mucho que ver con la droga. También se estima que más de 80.000 niños al año nacen adictos a la cocaína. No creo que estos bebés hayan podido elegir si querían ser cocainómanos o no. ¿Cómo podemos prohibir la dispensación de algunos fármacos sin receta, por sus efectos secundarios y, permitir el consumo libre de coca, crack y marihuana?
Las corrientes más liberales, responderían que, en cualquier caso, la decisión de drogarse o no, es un derecho individual y que el Estado no debe decidir qué actitudes o comportamientos son permisibles
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