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Leyenda Mariangula Dialogo


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2012  •  943 Palabras (4 Páginas)  •  6.923 Visitas

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Dialogo

Esta leyenda antigua relata de una niña de 14 años llamada Mariangula sumamente alegre, traviesa y juguetona su madre vendía tripa mishqui en las esquinas de Quito Colonial.

Madre: Venga, venga a la tripa mishqui calientita, Buenas Tardes

1ra Compradora: Buenas Tardes Señora, haber a mi véndame pero bien puesto.

2da Compradora: Buenas a mí también véndame…..Esta!

Madre: Bueno ya le sirvo, espere un ratito.

Madre: Mariangula venga ayudar apure

Mariangula: Ya voy, ya voy

1ra Compradora: Señora se le queman!

Mariangula: Buenas Tardes mami la bendición

Madre: Apure, apure ayude a servir

Mariangula: Bueno haber ya le ayudo

2da Compradora: Que educada la niña como le ayuda

Cierto día su madre le mando a comprar las tripas porque ya se le habían terminado, pero la niña no solo no cumplió con el mandado, pues se gasto el dinero

Madre: Mariangula venga, vaya y deme comprando las tripas que se terminaron, aquí esta tome dinero pero vaya rápido y regrese.

Mariangula: ¡Hay! No le hare caso a mi mamá mejor me voy a buscar a mis amigos del barrio

Amigos: Ven Mariangula a jugar

Mariangula: Bueno juguemos

1er Amigo: Ya esta de noche mejor ya vamos a nuestras casas

2do Amigo: Si, no nos vayan a pegar

Mariangula: Hay no! Me olvide comprar las tripas, Chaooo

Amigos: Chao Mariangula, mañana también sal para jugar

Mariangula: Bueno, bueno ya me voy

Mariangula no solo había perdido el dinero, sino que también se quedo jugando con sus amigos. Una vez terminado ese tiempo fue un solo instante de pensamiento que Mariangula se da cuenta del terrible castigo que le esperaba en casa por su error.

Mariangula: No! Y ahora que hago perdí todo el dinero que me dio mi mamá para comprar la tripas. Me va a pegar.

De tal suerte que se le ocurre, ya de noche en camino de regreso a su casa y mientras pasaba por el cementerio, sacarle las tripas a un cadáver humano que acababan de enterrar.

Mariangula: No lo se pero algo se me tiene que ocurrir

Ya por el cementerio miro como enterraban a un muerto de ahí su macabra idea

Mariangula: Entrare al cementerio iré donde enterraron al ultimo muerto le cortare el estomago y le sacare las tripas mi madre no se dará cuenta así que lo hare.

Tan genial idea no podía tener otro desenlace que, a lo mucho, una reprimenda oral por el atraso sufrido.

Madre: Que te paso Mariangula porque no regresabas! Trae dame las tripas, y muévete ayudarme a servir

Mariangula: No, no paso nada pero ya estoy aquí con las tripas. Tenga, y ya voy y le ayudo

Su madre, visto que tenía tan poco tiempo para iniciar su diaria labor, simplemente se dispuso a hacer lo que todos los días hacía, sorprendiéndose al final de la jornada de lo bien que le había ido ese día en la venta de la tripa mishqui asada. Todos sus compradores alabaron el particular y exquisito

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