Los Chulqueros
Enviado por soliderrazo • 8 de Septiembre de 2013 • 824 Palabras (4 Páginas) • 287 Visitas
Entre enero a junio de este año se presentaron tres denuncias por casos de usura en la Fiscalía de Imbabura. En el 2012 fueron 17. Sin embargo, la mayoría de esos procesos fue abandonado por los denunciantes. Según Andrés Jaramillo, fiscal provincial de Imbabura, ninguna de esas causas ha llegado a una etapa de juicio, debido a que los supuestos usureros no dejan pruebas en su contra. Para el Fiscal, la razón es que los prestamistas no entregan recibos con sus nombres que los incriminen. Eso complica la investigación para iniciar un proceso penal por préstamo ilegal de dinero. En los dos tribunales penales con que cuenta Imbabura no existen registros de trámites por juicios relacionados con casos de usura. El jurista Diego Andrade considera que en esta provincia las personas que se dedican a esta actividad ilícita piden como garantía una letra de cambio, pagaré o cheque, firmados en blanco. Con ese mecanismo, afirma, ellos garantizan el pago de intereses y el capital. Andrade explica que cuando los deudores incumplen con el reembolso del dinero se hacen efectivo el cobro de estos títulos ejecutivos en los juzgados de lo Civil. Danilo Espinosa de los Monteros, director provincial del Consejo Nacional de la Judicatura, indica que esa entidad no cuenta con estadísticas de pleitos por cobros de dinero, que se ventilan en los juzgados de este distrito. Aunque dice que estas causas representan un porcentaje alto, no se puede presumir que todas sean por usura. ¿Cómo operan los usureros en Imbabura? Según los testimonios de varias víctimas, los prestamistas visitan mercados, almacenes, ferias, terminales, con el enganche de la entrega de dinero inmediato y sin garantes. En el mercado Amazonas, el mayor de la capital de Imbabura, se presume que es el principal campo de acción de estos prestamistas. La razón son los créditos rápidos y de montos desde USD 100. Según Jerónimo Darquea, administrador municipal de los centros de abasto, la usura es un problema que lleva años en este lugar. En el interior de la plaza hay unos 2 100 comerciantes catastrados por el Municipio de Ibarra. "La mayoría no puede acceder a un crédito formal. Por lo que, al menos, el 80% de vendedores ha caído alguna vez con chulqueros". Eso a pesar de que hay la ordenanza que regula la actividad comercial en el cantón y que no permite esta acción. En el artículo 35, literal M, prohíbe el préstamo de dinero a base de intereses. "Pero esa aparente ayuda rápida y fácil es el inicio de un tormento", comenta Carlos, un comerciante de este centro de expendio. Recuerda que un día un hombre le visitó en su puesto y le ofreció dinero. La primera vez rechazó ese crédito. Meses después pidió USD 3 000, aparentemente sin garantía. Esa vez le exigieron firmar una letra de cambio en blanco. Carlos comenta que efectúa pagos diarios, sin dar a conocer el interés que está obligado a cancelar. A este lugar llegan cada día, al menos, 10
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