Los Hijos De La Malinche - Ensayo
Enviado por EvilQWERTY • 14 de Noviembre de 2013 • 1.594 Palabras (7 Páginas) • 556 Visitas
Los Hijos de la Malinche
En parte me parece cierto lo que expresa Octavio Paz en este escrito los mexicanos (en este escrito, Octavio Paz utiliza el término mexicano para definir a quienes siguen cierto proceder que, aunque quizá no son todos los que habitan en México quienes tienen esta actitud, son tantos que se habla de ellos en una forma generalizada) son imprevisibles, ningún extranjero podría comprender la forma en la que reaccionan, ya que muchas veces ante la misma situación el mexicano se comporta de forma muy distinta. Como por ejemplo en cuanto al fin del Porfiriato, cuando el líder del entonces partido más popular, Francisco I. Madero, no ganó las elecciones y convocó al pueblo a levantarse en armas contra el gobierno entonces establecido; obteniendo como resultado la revolución mexicana. Por otra parte, podemos citar la reñida campaña electoral del 2006, en la que perdió López Obrador (el candidato que tenía de su lado al pueblo) e igualmente convocó a una revuelta, aunque sin el menor éxito.
A la sociedad le atrae lo que se encuentra alejado de ella, pero no tiene el mínimo interés por los problemas reales del campo. Puede pasar el fin de semana entero admirando las bellezas naturales, pero ni de chiste quisiera quedarse ahí más de un mes soportando el sol, sin las comodidades de una cómoda sala o (peor aún) sin tener televisión.
La mayoría, si no es que todos los hombres, concuerdan en que en cierto punto la mujer es un misterio. Podríamos mencionar por ejemplo, cuando lloran (aunque estén en público) sin esperarse como es “lógico” hasta que nadie los mire, como pueden pasar horas y horas adornando hasta el último detalle en vez de simplemente dejarlo como está, así como el hecho de que las mujeres toman muy en cuenta la parte sentimental.
Los obreros no son entretenidos, ya que se pierden entre la multitud, no sobresalen, se quedan en lo ordinario, desaparecen porque no tienen una identidad propia, algo que los diferencie de los demás, son sólo un número, un grano de arena en la playa, no tienen personalidad ni su propio toque.
Los técnicos parecen ser más que un obrero, pero tampoco tienen sentido, lo hacen todo por inercia, simplemente siguen órdenes, mecanizan el trabajo, no lo piensan , no lo razonan, no saben por qué lo hacen, no tienen una meta ni un objetivo que no sea cumplir con su trabajo. Dejan de lado la creatividad, la emoción y las transforman en perfeccionismo, y aunque esto signifique una mejora en el producto final, implica pagar un precio demasiado alto: tienden a convertir todo en números, deshumanizarse, transformarse en seres mecanizados.
Los políticos intentan controlar a las masas. Quieren obtener el poder no importa lo que cueste y si alguien se interpone en su camino lo persiguen. Pero a la sociedad no le interesa, cree que persiguen a los ”otros”, sin entender que tarde o temprano a él también lo perseguirá.
De eso se trata el terror, que nadie sabe realmente en quien confiar, quién lo persigue: la sociedad no tiene idea de para quien trabaja o a quién es al que debe temer, y al final los mismos políticos sienten desconfianza, sin poder disfrutar su dinero por temor a que alguien se los robe o les haga daño.
Los “útiles” nos sirven sin ocultar nada; son simples y no hay secretos en ellos, son confiables. Por eso preferimos los “útiles” en vez de los que piensan, tenemos la seguridad de que no se van a rebelar en nuestra contra.
Los mexicanos no son “útiles”, piensan y usan la creatividad. Siguen realizando trabajos artesanales a mano, en vez de dejar a las máquinas su trabajo. Por eso no puede competir con la “producción en masa” de los países industrializados, pues ellos logran más en menos tiempo.
Esto demuestra lo enigmáticos que son los mexicanos, los extranjeros no comprenden lo aleatorio, lo que tiene voluntad propia, están demasiado acostumbrados a lo “robotizado”, tanto que hasta quizás ya no comprenden el proceso humano.
Sin embargo, los mexicanos a pesar de toda esa creatividad, tienen ese complejo que los hace sonreírle a la autoridad pero hablar pestes de ella en cuanto se voltea, una mentalidad hipócrita que teme al gobernante y no se atreve a actuar como realmente es, con miedo a que cualquiera lo traicione ante “el jefe”.
Quizá esto se debe a su historia, habiendo sido un pueblo que siendo antes fue vencedor resultó derrotado, y aunque conserva su mentalidad por pelear, aun tiene ese resentimiento hacia los que dominan perdura en su mente, y a la vez no puede ya vivir sin que alguien le diga que hacer.
Pero no digo que los mexicanos son los únicos, también existen otros
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