Los Medios Y Los Trastornos Alimenticios

Ensayo sobre Historia del siglo XX de Eric Hobsbawm

En algunos momentos brillante y en otros más que discutible, el historiador inglés se aproxima a la grandeza y miseria que se vivió en el siglo XX, desde el punto de que nuestras decisiones actuales, no son sino un producto de los acontecimientos y las tendencias que surgieron durante este siglo.

Así, el autor entrega una perspectiva en la que indica la capacidad o incapacidad del hombre de aprender de su pasado.

Por esto, se concluye el hombre no se da cuenta de las cosas hasta que se detiene y las analiza retrospectivamente.

Esto es lo que sucede con "los años dorados", ya que no fue hasta que se acabo el "gran boom" cuando la sociedad, principalmente los economistas, se dieron cuenta de lo mucho que habían logrado y de que se encontraban en su mejor apogeo.

Teniendo en cuenta de que estos "treinta años gloriosos" beneficiaron a los países capitalistas desarrollados, se tardo en reconocer lo limitado de su alcance, ya que en los años 50 el crecimiento económico parecía ser de ámbito mundial con independencia de los regímenes económicos.

Pese a todo, la edad de oro fue un fenómeno de ámbito mundial, la población del tercer mundo creció a un ritmo espectacular.

El mundo industrial se expandió por doquier, por los países capitalistas y socialistas y por el tercer mundo.

En el tercer mundo hubo un asombroso desarrollo después de la edad de oro, en todas partes el número de países dependientes de la agricultura disminuyo en forma notable.

La economía mundial creció a un ritmo explosivo, gracias al aumento de la productividad.

En los años 70 las diferencias entre las distintas partes del mundo subdesarrollado eran notorias; algunas regiones habían quedado muy por encima del ritmo de crecimiento de su población, mientras que otras estaban muy atrasadas.

Mientras el problema de los países desarrollados era que producían excedentes de productos alimentarios tras decidir producir menos o bajar los costos de los productos, lo que generó una competencia con los productores de países subdesarrollados causó una creciente brecha entre ricos y pobres.

Otro aspecto de esta gran revolución fue la contaminación y el deterioro ecológico. La contaminación que iniciaba debido al sistema industrial estaba respaldada por un lema que justificaba la contaminación por la obtención de dinero.

“Donde hay suciedad, hay oro".

La ideología de progreso, daba por sentado que el creciente dominio de la naturaleza por parte del hombre era la justa medida del avance de la humanidad.

Es importante reconocer que también, un aspecto positivo después de la era de oro que fue sobre los bienes y servicios, los que hasta entonces eran restringidos a las minorías y luego se pensaban para un mercado de masas.

Lo que en otro tiempo había sido un lujo se convirtió en un indicador de bienestar habitual, por lo menos en los países ricos. Ahora al ciudadano medio le era posible vivir como sólo los muy ricos habían vivido antes, con la diferencia de que la mecanización había sustituido a los sirvientes.

Esto fue impulsado por la tecnología que comenzaba a tomar fuerza en esta época; lo que encaminó y favoreció a países que iniciaban en el ámbito industrial, la revolución tecnológica, que contribuyó a la multiplicación de los productos de antes, a la mejora, y a la de productos desconocidos. La edad de oro descansaba sobre la investigación científica más avanzada y a menudo abstrusa, de la que se pueden destacar tres cosas.

Esta transformó completamente la vida cotidiana, penetro en la conciencia del consumidor hasta tal punto que la novedad se convirtió en el principal atractivo a la hora de vender.

También está la investigación y desarrollo que fue crucial en el crecimiento económico, por eso la enorme ventaja

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