Los alcances de la libertad: intención, consejo y elecciones
Enviado por popcor3 • 9 de Marzo de 2014 • Trabajo • 5.748 Palabras (23 Páginas) • 456 Visitas
1.1. Los alcances de la libertad: intención, consejo y elecciones
Hasta este punto se puede concluir que para ser realmente libres, los seres humanos debemos emplear objetivamente la razón. Sin embargo, la fórmula no es tan sencilla, ya que lo que consideramos Razonable de pende de muchos factores, Por otro lado, es necesario señalar que la libertad se ve restringida por las situaciones que nos determinan, es decir, que nos limitan al decidir entre una acción u otra.
Una de las preguntas que ha acompañado al hombre a lo largo de la historia es si realmente existe la libertad, ¿Cuantas veces tenemos que hacer cosas que no deseamos, o dejar de hacer aquello que queremos?¿Podemos decir, en tal caso, que somos libres?, así como por nuestras propias necesidades orgánicas; esto no quiere decir que no exista la libertad.
Ser libre no significa hacer todo lo que se quiera: una persona plenamente libre cuando es capaz de elegir, después analiza detenidamente lo que más le conviene, tomando en cuenta las limitaciones que tiene, así como las consecuencias(tanto buenas como malas) que acarrearán sus acciones. Los actos del ser humano, al ser libres, implican el tener que asumir la responsabilidad de los resultados que conllevan.
Para profundizar en el punto anterior, realiza la lectura del texto antropología de la libertad, de Édgar Morín, en el cual encontrarás algunas consideraciones en torno a los alcances de la libertad desde la perspectiva antropológica.
La libertad es la posibilidad de elección, ¿Cómo es posible?, El autor examina los condicionamientos impuestos por el medio ambiente, la influencia de los genes, el marco sociológico y la cultural y la constricción de las ideas. Entre ellos pasan los caminos de la libertad, El nudo gordiano se resuelve al comprender la íntima relación entre autonomía y dependencia. Las libertades del espíritu se conquistan, pero es necesario que nuetra conciencia esté despierta.
Una libertad es una posibilidad de elección
Una posibilidad de elección puede se interior, es decir, subjetivamente o mentalmente posible; es una libertad de espíritu, Puede ser exterior, es decir, Objetivamente o materialmente posible; es una libertad de acción.
Cuantos más sean los dominios que ofrecen posibilidades de elección, más en cada dominio, las elecciones son numerosas y variadas, mayores son las posibilidades de libertades; cuando más importante para su propia existencia es el tipo de elección posible, más elevando es el nivel de libertad(elección de medio de transporte, elección posible, más elevado es el nivel de libertad(elección de medio de transporte, elección de profesión, de residencia, de vida).
A primera vista, nos parece evidente que el ser humano dispone, en condiciones favorables, de posibilidades de libertad. Sentimos subjetivamente nuestra libertad cada vez que tenemos la ocasión de elegir entre alternativas y tomar una decisión.
A la inversa, toda consideración objetiva de nuestra condición parece reducir la libertad a una ilusión subjetiva; sufrimos las coacciones de nuestro medio natural al que debemos adaptarnos; estamos sometidos por nuestro patrimonio genético que produce y sustenta sin cesar nuestra anatomía, nuestra fisiología, nuestro cerebro y, por tanto, nuestra posibilidad de inteligencia y de consciencia; estamos sometidos por nuestra cultura que inscribe en nuestro espíritu, desde nuestro nacimiento, sus normas, tabúes, mitos, ideas, creencias, y prohibiciones; estamos incluso poseídos por nuestras ideas que se adueñan de nosotros cuando creemos disponer de ellas. De este modo, somos ecológicamente dependientes y estamos genética, social, cultural e intelectualmente sometidos. ¿Cómo podríamos disponer de libertades cuando estamos tan sometidos por todas partes?
EL IMPERIO DEL MEDIO
Con frecuencia hemos dicho, noa hace falta sustituir la concepción de que el medio exterior impone sus fatalidades a los seres vivientes por una concepción de la autonomía dependiente.
La autonomía viviente es inseparable del auto organización; ésta produce sus propias reglas y el ser vivo efectúa su propio comportamiento en el seno de su ambiente, ciertamente, una organización así depende de determinaciones Físico –químicas, pero éstas son integradas, trascendidas y utilizadas en y por la autoorganización viviente.
Como lo hemos expuero igualmente en otra parte, la autonomía viviente depende de su medio exterior, de donde extrae energía y organización. Así, no hay autonomía viviente que no sea dependiente. Loque produce la autonomía.
La existencia social ha dado al ser humano una autonomía considerable; los desarrollos técnicos de la agricultura, los transportes, la industria, han constituido conquistas de autonomía mediante sojuzgamiento de energías materiales y explotación de producciones naturales, conduciendo a una efectiva dominación de la naturaleza, a través evidentemente de una multiplicación de dependencia y una dependencia global con respecto a la biosfera de la que formamos parte.
Al desarrollar su autonomía domestica la naturaleza, la sociedad histórica desarrolla e impone sus coacciones, sobre los individuos(frecuentemente hasta someter al mayor número), lo que nos conduce a preguntarnos: ¿La autonomía ganada con respecto a la naturaleza, estaría perdida por los individuos, con respecto a la cultura y la sociedad?
LA INFLUENCIA DE LOS GENES.
Antes de pasar con esta interrogación, es necesario examinar si la autonomía viviente con respecto al mundo exterior no comporta en sí misma una dependencia interior ineluctable.
Desde luego la dependencia de una organización autónoma con respecto a sí misma es la condición evidente de toda autonomía, pero el problema se profundiza cuando se considera que la auto organización viviente -y desde luego la humana-es genéticamente dependiente. Se trata de una dependencia de origen anterior puesto que es hereditaria: como los genetistas especifican el papel de los genes mediante la de un autómata. Así Genos(la organización genética) da a anthropos la autonomía con respecto a oikos(el ambiente natural), pero poniéndolo bajo su dependencia. Según esta concepción, el gen, unidad a la vez química e informacional, detenta la verdadera soberanía sobre nuestros seres.
Hemos examinado en otra parte las formas fetichistas, racionalizadoras(delirantes) del pangenetismo que ha sustituido el imperio medio por el imperio de los genes. Recomendaremos brevemente los argumentos que oponen a esa concepción imperialista.
1. Si es verdad que la autonomía del individuo en el mudno eserior procede de una autonomía genética esta autonomía genética depende de ella misma de la autonomía individual
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