¿México necesita una nueva Constitución?.

¿MÉXICO NECESITA UNA NUEVA CONSTITUCIÓN O NO?

En los últimos 20 años, el tema de si México necesita una nueva constitución ha sido discutido sin parar, tanto que ha concluido con la creación de una nueva que solo aplica en la Ciudad de México, la Constitución de la CDMX. Pero ¿México necesita otra constitución?

Para empezar me parece importarte definir el concepto “constitución”, “es cualquier conjunto de reglas que dan identidad a un ordenamiento jurídico”.^[1] 

Mi respuesta es SI, México necesita una nueva Constitución Política, es muy simple, estamos en otros tiempos y las situaciones no son las mismas, no es lo mismo crear una constitución ahora que hace 100 años, somos un país más desarrollado que necesita la regulación de las conductas actuales.

Y no puedo negar que la Constitución de 1917, nos reconoce derechos como: la propiedad privada, la libertad de expresión y asociación, la libertad de culto, la enseñanza libre y gratuita, así como una jornada máxima de 8 horas, el sufragio libre, la no reelección presidencial. Es extensa, detallada y sobre todo defiende nuestros derechos como seres humanos. La Constitución otorga al Estado Mexicano “la obligación de garantizar a los ciudadanos techo, tierra, trabajo, salud, alimentación, cultura, medio ambiente y educación”.^[2] Y el lenguaje usado en ella es insólito, por lo que muchos hacen sus propias interpretaciones, lo cual lleva a las personas a desacatar las leyes de la Carta Magna, tanto que el artículo 28 es más extenso que la carta de los EE.UU. y no me refiero a que el lenguaje este mal empleado o que la extensión no sea la adecuada, pero estos pequeños problemas no se adaptan a nuestra sociedad, la cual no se enfoca ni se interesa en la Constitución, y ya sea que el problema sea la sociedad o la Constitución, ésta se debe adaptar a la sociedad puesto que para ella fue creada.

Reconozco que nuestra “Constitución” fue la “primera en codificar la obligación del Estado de tutelar derechos sociales básicos como la educación, la tierra, el trabajo y la salud”^[3]. No podemos dejar de lado esto, porque sin duda nuestra constitución es una de las más importantes a nivel mundial por reconocernos precisamente estos derechos, pero también tenemos que reconocer La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no es la misma Constitución de hace 100 años, con el paso del tiempo ha tenido muchísimas reformas, tantas que se podría llegar a pensar que la Constitución no cumple con los requisitos para el buen funcionamiento de la sociedad. La Constitución ha perdido la esencia y el fin para el que fue creado, los legisladores han citado a nivel constitucional cosas no esenciales para la conformación de la sociedad que quizá podrían estar en leyes secundarias o reglamentos y no en la Carta Magna.

Es importante conocer la historia detrás de ella, porque es lo que define a nuestra constitución y también a nosotros como nación, pero sobre todo no cometemos errores pasados, que es lo más primordial para la sociedad. La constitución es el acta de nacimiento de nuestro Estado; la nueva Constitución (1917) nació principalmente, debido a, Ricardo Flores Magón y su desacuerdo con la impartición de justicia, que junto con su equipo del periódico “Regeneración”, creo el Partido Liberal Mexicano (PLM), el cual presento un nuevo programa en el cual se pedía realizar reformas políticas y sociales, así como derribar la dictadura de Porfirio Díaz^[4]; esto se logró y no fue fácil, pensadores como él, precursores de la revolución, tuvieron que hacer mucho para que esto se cumplieran. Sus ideas marcaron a la población mexicana y los guiaron a luchar por sus derechos. Algunos de los puntos del programa del PLM, fueron retomados en la Constitución de 1917.

El objetivo de la revolución era recuperar la tierra, cultivarla, defenderla y devolverla a los campesinos, muchos eran los combatientes, Madero, Huerta, Zapata, Villa, Torres Burgos, cada uno luchaba por su cuenta, pero al parecer “luchaban por el mismo objetivo”, a partir de ahí se empezaron a crear normas, desde el Plan de San Luis Potosí, el Plan de Ayala, una Disposición sobre Abastecimientos creada por Emiliano Zapata, el Pacto de la Empacadora (25 de marzo de 1912), etcétera, las cuales buscaban la regulación de la población para un buena conducta por parte de estos y buscar la paz que todos querían y necesitaban.

“La revolución zapatista fue precursora de las revoluciones agrarias de su siglo”^[5], la cual guio a la revolución campesina a la lucha por sus tierras y lo consiguió. Zapata era un hombre muy inteligente que no se dejaba engañar por los gobernadores, por lo que tomo las tierras inmediatamente y las reclamo por la vía legal.

Al terminar la Revolución, lo que México necesitaba era fortalecer su sistema político por ello Venustiano Carranza convoco un Congreso Constituyente, el cual se encargaría de reformar la Constitución de 1857 para regular los requerimientos después de la Revolución, entonces La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos tiene como base a la Constitución de 1857.

Como lo hemos notado no estamos en las mismas circunstancias de hace 100 años, tenemos situaciones completamente diferentes que claramente nos otorgó la Constitución de 1917. En estos tiempos no luchamos por las tierras o la clase obrera, ahora por lo que luchamos va más allá de la propiedad, luchamos por la libertad, la igualdad en todos los sentidos, la justicia y la transparencia en las instituciones del Estado.

Cárdenas nos demostró que las buenas decisiones y aplicadas en el momento correcto pueden ser el cambio que el país necesita, estaba cerca de la población, se interesaba por sus necesidades e intentaba hacer algo para solucionar los problemas de los habitantes, tanto que fue el primer presidente en realizar la expropiación petrolera para el bien del Estado y de la misma población, pues “la expropiación petrolera llego a unificar moralmente al país”,  ^[6]cambiaba las leyes para en cuestión del desarrollo político, económico y cultural del país,  nunca olvidando quien era y de donde venía; es un ejemplo de persona liberal, interesada, con grandes ideales y ganas de cambiar al país, que debemos seguir para mejorar a nuestro Estado.

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