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Música y propaganda política


Enviado por   •  14 de Febrero de 2021  •  Ensayo  •  1.151 Palabras (5 Páginas)  •  97 Visitas

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Música y propaganda política

La música puede ser estudiada desde diferentes puntos de vista. Desde la métrica y la melodía de las canciones hasta sus elementos históricos. Pero para poder analizar este concepto como elemento de la propaganda política es conveniente abordarla desde el punto de vista emocional y cultural. Es decir, la parte de la música que afecta al ámbito sociológico y psicológico del ser humano. Recurriremos a su vez a ejemplos históricos en los que se vea reflejado su valor dentro del mundo político y la influencia que llega a tener.

La música siempre ha estado cargada de una gran emotividad. Ya sea una canción con letra, sinfónica o una simple banda sonora nos produce una carga emocional. Las emociones que producen son causas de apreciaciones individuales, de cada sujeto independientemente del resto, y también de apreciaciones colectivas, somos seres sociales que vivimos en comunidad y, por lo tanto, compartimos referencias, ideas o gustos con esa sociedad. Por lo tanto nos encontramos ante un fenómeno que influencia en las emociones personales no solo individuales, sino que a la misma vez lo hace en la colectiva (Asensio Llamas; 2011). Además, cada melodía está creada para generar estados de ánimos diferentes, por lo que es capaz de modificar nuestras emociones (Valdez Zepeda, Huerta Franco y Aguilar Aldrete; 2011).

La producción musical depende de la cultura en la que se encuentre. Los temas tratados en sus letras, el ritmo o los instrumentos usados se relacionan con el movimiento cultural imperante. No será lo mismo lo que se escucha en una misa católica en España donde impera el canto gregoriano que en una misa protestante afroamericana en EEUU donde se canta góspel. Incluso en un mismo territorio puede haber dos tendencias musicales que provienen de culturas diferentes. La llegada del rock en Sevilla de mano de la música anglosajona de los 60 y 70 convivía con las sevillanas y el flamenco tradicional. Incluso llegaron a fusionarse en algunos aspectos.

Esto significa que la música puede controlar emociones a todos los niveles sociales y que puede ser modificada según los movimientos culturales que surjan. Aristóteles y Platón ya estudiaron el fenómeno musical en la Grecia Clásica. En general trataban a las sinfonías como expresiones artísticas capaces de penetrar y alterar los sentimientos del ser humano consiguiendo cambios de conducta en ellos (Valdez Zepeda, Huerta Franco y Aguilar Aldrete; 2011) Como es evidente esto no pasó por alto por los poderes políticos. Desde muy antiguo se tiene en cuenta el poder de influencia de la música. Según Shiloah, dicha influencia depende del propósito con el que la música es usada y las intenciones del oyente (Asensio Llamas, 2011).

En muchos momentos se intentó controlar la creación musical. Por ejemplo el teólogo persa Abu Hamid al-Ghazzali escribió en su obra El renacimiento de las ciencias religiosas del siglo IX los cánones para poder elaborar canciones o cualquier tipo de sonido armonioso. Estaba ligado a las leyes del Corán por lo que estaban estrechamente relacionadas con el islam, la guerra e incluso el impedimento de producción musical de las mujeres (Ib   ).  

Este control se manifiesta también en los regímenes totalitarios. En España durante la dictadura de Francisco Franco, la Sección de Propaganda Oral y Educación Musical era la encargada de realizar esta tarea. Cualquier sonido o nota pasaba por el filtro del Régimen que lo evaluaba en su contenido político, moral, artístico y lingüístico. En este ejemplo observamos que existe relación entre la propaganda y la música en el nombre de la Sección franquista (Pérez Zalduondo, 2011).

Estas formas de normativizar, legislar o someter a vigilancia la elaboración de la música entra en el grado de políticas culturales. Otro concepto importante es el de culturas políticas. Se refiere a que la música, como expresión social y cultural, se acelera  su producción a nivel popular cuando tiene lugar un hecho de gran movilización social (Asensio Llamas, 2011). Desde una fiesta local hasta las manifestaciones del 8-M. Son en estos encuentros y sucesos multitudinarios donde la música adquiere una mayor carga de temas e ideas políticas. Por ejemplo la Marsellesa, himno de Francia, fue creada en el contexto de la libertad (República Francesa) se enfrentaba a la opresión (Austria). Este hecho dio lugar en 1792 a una canción cargada de emotividad militar que llama a los ciudadanos a defender su país de la tiranía.

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