MADRID Y SU REGIÓN TURÍSTICA
Enviado por Lautaro Veliz Agüero • 16 de Noviembre de 2019 • Documentos de Investigación • 1.864 Palabras (8 Páginas) • 109 Visitas
MADRID Y SU REGIÓN TURÍSTICA
Profesores:
Juan Córdoba Ordóñez
Fernando Santander del Amo
Grado en Turismo
Facultad de Comercio y Turismo
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
El Rastro de Madrid
Curso 2018-2019
VELIZ AGÜERO, Lautaro.
ÍNDICE:
- Presentación del área de estudio.
- Componentes y análisis exhaustivo del ámbito de estudio.
- Problemas y atractivos asociados al fenómeno estudiado.
- Problemas y atractivos del barrio/distrito.
- Relevancia turística propia y por referencia al ámbito de Madrid.
- Conclusiones.
- Bibliografía.
- PRESENTACIÓN DEL ÁREA DE ESTUDIO.
Este trabajo está enfocado a indagar todo lo posible acerca del mercado al aire libre más conocido y grande de la región de Madrid, llamado El Rastro.
Se explorarán los propios orígenes de la zona, no solo del mercado en sí, también la influencia que tenía en el pasado y que tiene actualmente; Se expondrán las pocas estadísticas disponibles que hay actualmente y, al igual que en la exposición hecha en clase, este trabajo acabará intentando sacar conclusiones de acuerdo con la información recabada, a la vez que se intentará dilucidad una perspectiva hacia el futuro de este mercado y su propia zona de influencia.
En primer lugar, estableceremos la ubicación concreta del Rastro de Madrid:
Tal y como se expuso en la presentación individual, este mercado está ubicado al sur de lo que podemos considerar el actual centro urbano de la ciudad, Puerta del Sol. Más concretamente en el barrio de La Latina. Se extiende a lo largo de este barrio hasta llegar a Puerta de Toledo al suroeste, Embajadores al sureste, y Tirso de Molina al noreste. La Latina queda ubicada justo en el punto norte:
Fuente: https://www.elrastro.org
- COMPONENTES Y ANÁLISIS EXHAUSTIVO DEL ÁMBITO DE ESTUDIO.
Antes de indagar en orígenes, hay que destacar una de las pocas estadísticas que pueden encontrarse actualmente acerca del Rastro de Madrid, y es la cantidad de puestos ambulantes de la que se compone actualmente, 1362 en total.
El Rastro de Madrid tiene unos picos enormes de afluencia de gente cada domingo, ya que desde prácticamente el principio de su existencia ha sabido transformarse a sí mismo. Esto ocurrió de la siguiente forma:
- A mediados del siglo XV, se establecen algunos vendedores ambulantes en la zona, los cuales fueron llamados ropavejeros, los cuales, tal y como su nombre indica, vendían exclusivamente ropa, tanto usada como robada.
- Estos vendedores vieron su negocio fuertemente amenazado por el rey Felipe II, que prohibió todos los puestos ambulantes de la zona, llegando a Puerta del Sol e incluso la Plaza Mayor.
- Afortunadamente para ellos, a pesar de seguir con el negocio en la clandestinidad, con el paso del tiempo, estas prohibiciones se fueron suavizando.
- No fue hasta ya entrado el siglo XVII cuando esta zona se volvió muy fuerte industrialmente hablando. El mejor ejemplo es hablar de la industria del cuero, ya que a la zona de La Latina y Lavapiés se trasladaron tanto el propio gremio de curtidores, como los mataderos, o las curtidurías, éstas últimas casi a la altura del río.
En toda esta zona comenzaron a proliferar negocios de zapatos, monturas, además de más comercios relacionados con la ropa (ya no eran llamados ropavejeros).
- Fue justo entonces cuando dicha zona comienza a conocerse como “El Rastro”, y es que cuando trasladaban las vacas muertas desde los mataderos hacia las curtidurías, dejaban un rastro de sangre enorme, el cual aumentaba debido al desnivel de la calle.
- En el plano elaborado por Texeira en el año 1656 vemos similitudes a lo que sería el mapa actualmente, con la plaza de la Cebada (aunque todavía quedaban doscientos años para la creación del mercado), la calle Ribera de los curtidores, además de la futura Plaza de Cascorro.
Fuente: http://www.madrid.org/cartografia/visorCartografia/html/visor.htm
- Como últimas referencias al siglo XVII, cabe destacar que el movimiento industrial de la industria del cuero atrajo a otras industrias, como lo fueron la de la sal y la del tabaco (hoy en día la tabacalera sigue en pie).
- En el siglo XVIII, el Rastro ya está más que asentado en la, incluso dándole su propio nombre a la plaza que más adelante se conocería como *Cascorro: El número 2 es la plaza de la Cebada. El 14, la plaza del *Rastro.
Fuente: Real Academia de la Historia. Plano de Tomás López del año 1757, pero modificado por Ventura Rodríguez en 1759. http://bibliotecadigital.rah.es/dgbrah/es/consulta/registro.cmd?id=12979
- Finalizando el siglo, de manera definitiva el rastro cambió los puestos que tenía en origen, y siguió ampliando su oferta comercial. Ya por aquel entonces había panaderías, utensilios y herramientas…
- Por último, también fue a finales de este siglo cuando el nombre de la calle más concurrida del Rastro comenzó a usarse asiduamente. Resulta curioso este hecho, ya que fue también el momento en el cual los curtidores comenzaron a desaparecer de la zona por culpa de una orden que alejó estas curtidurías para evitar contaminaciones en el río. El nombre, vemos que ya aparece reflejado hacia el último tercio del siglo:
Fuente: Parte del mapa de Antonio Espinosa, del año 1769. https://www.elrastro.org
- A principios del siglo XIX, se comienza a intentar “regular” ciertos aspectos del Rastro por parte del Ayuntamiento, pero no de igual manera como se haría más adelante, como ya explicaremos. Dicha regulación se basó en ofrecer licencias a los vendedores de la zona, los cuales las utilizaron para alquilarse los puestos unos a otros.
- Estos vendedores eran todavía más diversos que en siglos anteriores, llegaron muebles, joyería, libros… Además de la aparición de los Bazares.
- Los Bazares eran básicamente gremios que se agruparon en la zona, de entre los cuales, el más conocido fue El Bazar de las Américas (ubicado en la Ronda de Toledo, pero con accesos también desde Ribera de Curtidores). Fue el más famoso hasta su demolición a finales del siglo XX.
- A lo largo de todo este siglo, progresivamente hubo una separación de la industria del cuero, la cual estuvo se estuvo trasladando al otro lado del río desde el siglo anterior. El “encanto” de la zona se basaba en una especie de búsqueda del tesoro entre todos los puestos, los cuales eran más numerosos si cabe.
El Rastro de Madrid, del dibujante Daniel Perea, publicado en 1859 para la revista El Museo Universal.
- Si bien es cierto que, en parte del siglo XX el Rastro vivió una relativa paz, simplemente creciendo de a poco por las calles de la Latina, sí que vio alterada su parte urbanística, reflejada en la modificación final de la plaza del Rastro, que pasó a llamarse Plaza de Cascorro, en el año 1902, junto con la estatua de Eloy Gonzalo, el héroe de dicha batalla (durante la guerra de Cuba).
- En el año 1905 se tiraría lo que era conocido como el tapón del Rastro. Simplemente era una manzana con casas que actuaba como un obstáculo a la hora de acceder al Rastro, por la plaza de Cascorro.
Fuente: Plaza de Cascorro - El Rastro-Madrid en YOUTUBE.COM
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