MARIA RUBERT DE VENTÓS. DÍA MUNDIAL DEL URBANISMO

MARIA RUBERT DE VENTÓS. DÍA MUNDIAL DEL URBANISMO

Gordon Cullen, quien no fue ni arquitecto ni urbanista, pero sí destacó por ser tan buen dibujante, definió que: “Una casa, un edificio del género que sea que se alza aislado en medio del campo, podrá ser considerado como una obra de arquitectura más o menos agradable a la vista. Pero pongamos media docena de edificios, uno junto al otro y comprobaremos que es posible la existencia de otro arte perfectamente distinto del de la arquitectura, ese arte distinto del de la arquitectura es el arte de las relaciones que integra y entrelaza todos los elementos que entrelazan el entorno: edificios, árboles, naturaleza, agua…” Y ese arte de las relaciones que podría ser llamado como urbanismo, es importante porque hoy sabemos también que es la base de un futuro bajo en carbono y la solución más eficaz en cuanto a costes para combatir el cambio climático. Siendo el urbanismo además un campo en el que trabaja gente muy interesante.

María Rubert: “Siempre he necesitado el dibujo para entender lo que veo, para saber dónde estoy, para describir una ciudad, una historia.” Una vez más se ve como el arquitecto en la disciplina que sea hace uso de las anotaciones y los dibujos, pero sus estudios, análisis y en definitiva para comprender mejor lo que le rodea y lo que a de proyectar.

Defiende revisar los principios de la ciudad moderna, principios de la carta de Atenas, manifiesto urbanístico ideado en el IV en el año 1933. Pues revisando uno a uno aquellos principios, conseguiríamos una ciudad más cohesionada, más equilibrada socialmente, menos agresiva con el medio.

Siempre ha existido una idea distinta del patrimonio y de cómo tratar los edificios antiguo, como integrar los nuevos usos. La idea de eliminar e insertar los nuevos usos, anulando el pasado para un nuevo uso, es cada vez menos común. Ya en otro momentos con otros arquitectos como Ruskin, somos conscientes de la importancia de conservar y mantener lo antiguo.

Actualmente debemos tener una actitud más de reparación, de apreciar el pasado, dedicar tiempo a reparar, para recuperar. Devolverle la utilidad.

Idea del palen septo: la ciudad se hace por capas pero que nunca se borra. La ciudad no es un folio en blanco. El pasado siempre está ahí, de manera diferente, en sus piedras, en sus restos, en su ideas; eso es lo que diferencia a una ciudad del desierto.

Los ciudades pueden llegar a mutar a algo que nos recuerda mucho al pasado, que retorna en cierto modo a la ciudad protegida en el interior de una muralla, ciudad de comercio a la que se entra por puertas puntuales y supervisadas, protegidas de lo desconocido, lo salvaje, lo intruso.

Ella defiende que: nuestras ciudades sobrevivirán si intensificamos las áreas construidas y si desmontamos parte de esta gran masa de autopistas que Josep L. Sert veía como posible solución.

Se debe aprender no únicamente de lo que se hace en otro lugares, si no aprender también de lo bueno del pasado, de lo que puede ser útil para el hoy, no solo para saber y conocer, si no para aprovechar. El camino de las panateneas que sube desde el Ágora de Atenas hasta la Acrópolis, proyecto de Dimitris Pikiones “la memoria de las piedras: el paseo arquitectónico”. Proyecto en el que fue ordenando los restos de piedras y mármoles formando nuevamente un camino. Aprender del pasado de otra forma, como por ejemplo teniendo en cuenta las carreteras construidas en el s XIX en España, construidas siguiente la normativa francesas, rectas con un árbol plantado cada 10-12m creando cúpulas verdes, infinitamente más confortables y bellas que las actuales. Siendo demostrado que un coche pasando por esas carreteras reducida en 15% la temperatura interior. ¿existe algo más económico, sostenibles, lógico que árboles plantados al borde de una carretera? ¿Es más lógica las carreteras llenas de rotondas y desérticas de ahora?

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