MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SU PAPEL DETERMINANTE EN LA EXCLUSIÓN SOCIAL
Enviado por anadoloresmarin • 5 de Junio de 2013 • 2.310 Palabras (10 Páginas) • 404 Visitas
FUNDACIÓN MISION SUCRE
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VEMNEZUELA
PROGRAMA DE FORMACIÓN EN ESTUDIOS JURÍDICOS
EXCLUSIÓN SOCIAL Y GRUPOS VULNERABLES
El Modelo Capitalista, El Estado sus Políticas Públicas y Medios de Comunicación su papel como factor determinante de la exclusión
EL MODELO CAPITALISTA
El modelo capitalista de producción, según Carlos Marx, posee sus características muy definidas que lo diferencian de los modelos de producción que lo antecedieron, es decir el comunismo primitivo, el sistema esclavista y el sistema feudal.
El paso del modelo comunista primitivo al modelo esclavista significó el inicio de la formas de explotación del hombre por el hombre para la obtención de beneficios individuales. El elemento fundamental que marca la diferencia es la aparición de la propiedad privada sobre los medios de producción.
Decía Rousseau en su libro “El contrato Social” que el problema se inició cuando un primer hombre cerco unas tierras y dijo “esto es mío”.
La tierra es el mas importante medio de producción, con el ella se garantiza el producto más importante para el ser humano (y todas las especies), el alimento.
Todos estos modos de producción han sido infames e injustos, han promovido la desigualdad, la miseria, las guerras y con ello la destrucción. Pero el más abominable de ellos es y ha sido el modo capitalista de producción, donde hasta el hombre mismo es una mercancía a la que se compra su fuerza de trabajo al menor precio posible y en forma masiva y global.
El sistema capitalista de producción es en si mismo el causante de la exclusión social, tanto local como a nivel mundial. Los intereses de pequeños grupos económicos que controlan el mundo deciden que países pueden tener derecho a mejor calidad de vida en función de cuanto puedan y requieran extraer de sus pueblos y sus tierras.
“El fin supremo del modelo productivo capitalista es asegurar su propia reproducción a través de la maximización del lucro, la ganancia y la rentabilidad. De allí que, para lograr este propósito, la lógica inherente al capital lo conduce inevitablemente a incrementar la explotación de la fuerza de trabajo asalariada, prolongando al máximo posible la jornada laboral, a través de recurrentes reducciones en el precio que paga por la fuerza de trabajo, o también por la vía de mejoras en la productividad que permitan generar un mayor excedente. En cualquier caso, la participación del factor trabajo en la distribución del ingreso suele tender hacia la baja y las frecuentes reducciones del salario real de los trabajadores resultan ser su más clara manifestación” expresa en su critica al modelo capitalista de producción el profesor Víctor Álvarez R.
El capitalismo es un modelo productivo basado en la explotación intensiva de la fuerza de trabajo y de los recursos naturales. Esencialmente, la acumulación del capital se fundamenta en la explotación del trabajo asalariado, sin reparar en la problemática de la pobreza y exclusión social que tal explotación genera. Por eso genera desempleo, pobreza, miseria y exclusión social. En el capitalismo, el patrón se queda con la mayor parte del resultado del esfuerzo productivo de los trabajadores, manteniéndose así las condiciones de explotación del hombre por el hombre, con su inevitable secuela de pobreza, miseria y exclusión social. Esta situación tiende a agravarse en los países capitalistas subdesarrollados, atrasados tecnológicamente y con una débil organización de los trabajadores donde predominan los mapas mentales que desvalorizan las habilidades y destrezas del trabajador, las cuales se hacen rutinarias y poco creativas, profundizando la diferencia entre el trabajo manual e intelectual. En el marco de la división internacional del trabajo, no es extraño el predominio en los países subdesarrollados de procesos productivos altamente contaminantes donde el obrero ejecuta un trabajo parcelario y embrutecedor, con un enorme desgaste físico y psíquico, en un ambiente hostil y de alto riesgo en el que contrae graves enfermedades ocupacionales que, con frecuencia, lo incapacitan para seguir trabajando. Y esto no solo ocurre en las empresas capitalistas privadas. También ocurre en las empresas públicas que funcionan bajo la lógica del capitalismo de Estado. Un claro ejemplo lo encontramos en el terrible drama de los enfermos ocupacionales de las empresas básicas de la región Guayana y en el daño ambiental que las mismas generan. En estas empresas aún predomina la subordinación del trabajo a una burocracia gerencial que se preocupa más por los estados económicos y financieros de la empresa que por la situación de los trabajadores y por el daño ambiental que la explotación intensiva de los recursos mineros y su transformación en bienes intermedios constantemente ocasiona.
De cara a la construcción del nuevo modelo productivo socialista, el Gobierno Bolivariano plantea en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, que:
“La producción en la búsqueda de lograr trabajo con significado se orientará hacia la eliminación de la división social del trabajo, de su estructura jerárquica actual y a la eliminación de la disyuntiva entre satisfacción de necesidad y producción de riqueza. El modelo productivo responderá primordialmente a las necesidades humanas y estará menos subordinada a la reproducción del capital”.
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela afirma que:
“El modo de producción capitalista no sólo estratifica a los seres humanos en categorías sociales irreconciliables, sino que impone un uso irracional y ecológicamente insostenible de los recursos naturales”.
Sin lugar a dudas, en la construcción de un nuevo modelo de producción que libere a los trabajadores de la explotación del capital, la lucha de los trabajadores no puede reducirse única y exclusivamente a lograr aumentos de salarios o a reducir la jornada laboral, dejando de lado lo más importante: la transformación revolucionaria de la economía capitalista en un nuevo modelo productivo socialista
EL ESTADO Y SUS POLITICAS PÚBLICAS
El Estado burgués como instrumento de administración de políticas, incluyen aquellas destinadas al mantener el llamado orden público, manipula la calidad de vida de los habitantes de tal manera que se pueda conservar “la paz social”.
El Estado administra las políticas en función de garantizar los beneficios de las clases dominantes, estableciendo las leyes, estructurando los órganos de represión (policías – ejércitos) y las políticas públicas para mantener las condiciones
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