MI RELACION CON EL TEATRO POSTMODERNO

MI RELACION CON EL TEATRO POSTMODERNO

MAYRA QUIROGA

OCTAVO SEMESTRE

Voy a analizar y cuestionar ciertas líneas e ideas del texto con el fin de exponer mi pensamiento y relación con el mismo. Primero, no se puede hablar de una obra de teatro sin concebir la palabra “proceso” o “camino”, ya que es meritorio tomarlo en cuenta para analizar los resultados de un “espectáculo”. ¿Por qué analizar? Desde mi punto de vista como actriz, considero que el análisis enriquece mi proceso personal y me aporta material para futuras creaciones, y creo que puedo alimentar de algún modo el trabajo del otro; de allí que la idea de que cualquier forma de hacer teatro es válida siempre y cuando exista un trabajo detrás donde se incluya la etapa de investigación, los ensayos, la elaboración de utilería y escenografía, vestuarios, etc.; además de la posibilidad de un diálogo con los creadores.

Segundo, respecto a deconstruir el texto, creo que existen obras de teatro exclusivamente hechas para contarlas, no por eso el cuerpo pierde importancia, tal vez yo tenga una postura conservadora pero mantengo el respeto al autor aunque se encuentre muerto, y más aún si vive, creo que escribir una obra de teatro es soñar permanentemente con la idea de ver con vida cada ser hecho de letras. Con esto quiero aclarar que no me opongo al hecho de tomar varios textos para crear uno solo, o al hecho de las repeticiones o el cambio del orden de las escenas, esos experimentos pueden elevar una obra escrita y enriquecerla más, lo que a mí me sabe raro es ver una obra hablada pero que nada tiene que ver con las acciones. La palabra es muy importante y si no le voy a dar la importancia que merece prefiero no usarla.

Tercero, en la tipología del teatro posmoderno, tenemos el teatro plurimedial, el gestual, de deconstrucción y el restaurativo tradicionalista. Si los entiendo bien, me atrevo a decir que me identifico con el de deconstrucción, porque utilizan al texto y lo recontextualizan para crear algo nuevo sin negar lo que le precede. Tambien me atrae el restaurativo, porque se mantiene la presencia de un personaje y creo que dentro del contexto en el que vivo, un personaje bien construido trasciende y resuena en las cabezas de los espectadores incluso después de haber visto una obra.

Cuarto, es evidente que en el medio que vivimos no podemos conformarnos con saber lo mínimo, actuar y tener “talento” no es suficiente, es necesario investigar y leer permanentemente, saber de todo un poco y no solo en el área de las artes escénicas, mientras más nos envolvamos con otras ciencias mejor nos ira en un proceso de creación, aunque creamos que no tiene nada que ver la física, la pintura, la matemática, la geografía con el quehacer teatral.

Quinto, de las obras expuestas en el texto, lamentablemente no pude encontrar todas pero de lo que pude investigar me quedaron tres resonando en la cabeza. La que más me llama la atención es “la solitude dans les camps de coton (de Koltés en Hamburgo)” con dos personajes, un dealer y un cliente, cada uno habla por su lado y en algún punto de la obra parecen relacionarse. Me recordó a un montaje que vimos en la facultad, de la obra “Rosencratz y Guildersten han muerto” una puesta en escena fuera de lo común, carente de elementos metonímicos y descriptivos y sin embargo poética en la que el texto y el cuerpo eran un solo lenguaje. Me recordó porque la primera escena era de dos personajes hablando cada uno en su esfera sin mirarse ni relacionarse física o visualmente pero comunicándose. Yo creo que un montaje como el de Koltés en nuestro contexto pasa por plano y muerto, es por eso que yo rescato el mensaje inicial de la obra, que pone al espectador en situación y lo hace parte de la convención, por ende los monólogos que vienen después adquieren la importancia que merecen porque son la deconstrucción de la frase inicial:

...