MICROGESTION

¿Confía y cree en las habilidades de sus empleados? ¿O todavía te sientes obligado a controlarlos?

La definición simple de microgestión es un jefe que monitorea y se entromete en cada detalle del trabajo de su equipo:

Nunca están satisfechos y escogen incluso el más mínimo detalle.

En la raíz, los microgestores están más enfocados en alcanzar un resultado perfecto y son menos conscientes del camino difícil que sus empleados caminaron para llegar allí.

Este comportamiento a menudo causa más daño que bien. Con tanto tiempo invertido en controlar a sus empleados, los microgestores no pueden dedicar atención a sus propias tareas:

Esto reduce la productividad y el rendimiento personal de un gerente e incluso tiene efectos negativos en todo el equipo.

Los resultados perjudiciales de la microgestión son:

Los empleados se sienten poco confiables y observados.

Menor motivación y espíritu de equipo.

Poco compromiso de los empleados y menos innovación.

Mayor estrés con consecuencias devastadoras para la salud de los empleados.

En conjunto, esto hace que una empresa produzca menos y perjudique las ganancias.

Para evitar esto, es importante aprender cómo la microgestión difiere del liderazgo y/o cuáles son los pasos necesarios para pasar de la gestión micro a la ágil

El camino hacia la microgestión está pavimentado con las mejores intenciones. Muchos microgestores creen que tienen en mente los intereses de sus empleados y su lugar de trabajo. Pero lo que parece un consejo útil o una crítica constructiva a veces puede salirse de control. Estas son 2 tendencias que debe vigilar, ya que rápidamente pasan de ser útiles a ser dominantes:

Líder Omnisciente:

Algunos tienen un concepto de sí mismos como expertos, lo que significa que piensan que saben mejor y deben observar el trabajo "inferior" de los empleados. Esto los lleva a corregir con demasiada frecuencia y a aprender muy poco del conocimiento colectivo de su equipo

Líder Perfeccionista:

Algunos microgestores parten de una tendencia perfeccionista. Esto los lleva a ver siempre los resultados del trabajo del personal como deficientes. Esto, por supuesto, justifica más supervisión, lo que al final perjudica la productividad y la innovación.

La confianza es clave para una cultura empresarial saludable y ayuda a mantener a su equipo productivo y su liderazgo efectivo.

Es importante construir y ayudar a su equipo a crecer, sin pisar los pies en el proceso.

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