MUJERES EN RECLUSION; NIÑOS INVISIBLES
Enviado por karly_4 • 28 de Enero de 2020 • Trabajo • 2.972 Palabras (12 Páginas) • 129 Visitas
MUJERES EN RECLUSION; NIÑOS INVISIBLES
INTRODUCCION:
En las diferentes cárceles de México se encuentran recluidos grupos conocidos como “Población Vulnerable”; uno de estos, internas madres de familia con sus menores hijos.
No se tiene un registro certero de cuantos niños se encuentran dentro; carecen de todos sus derechos y garantías que les ofrece la constitución, son conocidos como “Niños Invisibles”.[1]
Incluso hasta en las modificaciones que se han hecho de las leyes no son tomados en cuenta, es única y exclusivamente el sistema penitenciario quienes deciden cómo y cuál será el futuro de las y los niños que permanecen con sus madres el tiempo que dure la condena o solo el tiempo permitido por la ley. Al haber muy pocos centros de reclusión para mujeres son recluidas en centros muy lejanos a sus domicilios y a partir de ahí comienza parte de sus problemas; ya que son olvidados por sus familiares.
De acuerdo con datos de la asociación “Reinserta”, especializada en sistema penitenciario, informó que en
“México hay 436 niñas y niños viviendo con sus madres en algún centro de reclusión, solo se tiene el registro de 11 áreas de maternidad en las cárceles de todo el país. El 89% de esta población vulnerable tiene entro 0 y 3 años.
De esta manera se sabe que sólo el 22% tiene acceso a servicios de nutrición; el 23% a atención pedagógica; el 32% a medicinas específicas y atención psicológica; el 51% a servicios de atención médica y pediátrica y el 61% a vacunas.
En cuanto a la calidad de los espacios, el 65% de los niños y niñas tiene áreas lúdicas para jugar, leer o dibujar; el 48% tiene un dormitorio especial junto con su madre; el 42% goza de un centro de desarrollo infantil; el 9% disfruta de un área de comedor especial, y el 4% puede acceder a un baño exclusivo”. [2]
PREGUNTAS QUE SE PIENSA RESPONDER
+) ¿En realidad vivir en la cárcel desarrollara y formara niños con algún futuro alejado a la realidad que vivieron sus madres?
+) ¿Se respetan los derechos de los niños?
+) ¿La pena que corresponde a las madres, trasciende a sus hijos?
+) ¿Es necesario reformar la ejecución de las penas y el sistema de justicia con perspectiva de género?
HIPOTESIS
** El estado desconoce como integrantes de la sociedad a las Niñas y los Niños sometidos a la maternidad en reclusión; “Niños invisibles”. Es tarea de este garantizar la inclusión y fomentar el cumplimiento de los derechos de las niñas y niños recluidos junto con su madre.
Es necesario regular la legislación mexicana y que se verifique su cumplimiento para que se garanticen los derechos de la madre en reclusión así como la de sus hijos que la acompañan.
DESARROLLO
En México no existe ningún programa para los niños que viven en prisión con sus madres; así lo expresa tácitamente SASKIA NIÑO DE RIVERA,
“Mèxico se da el lujo a nivel estatal y federal de no tener un programa fijo que se preocupe por los niños que sus padres están en prisión, para que no abandonen sus estudios, tengan ropa, que comer o simplemente cumplir con sus necesidades básicas.” [3]
Todas las cifras que se mencionan en esta investigación son sólo una cifra estimada, ya que no se cuenta con un censo de todos los niños que se encuentran dentro; y esto ocurre porque en algunos penales no existen las condiciones de seguridad y de salubridad para que las propias autoridades; Comisión de Derechos Humanos, e incluso los mismos directores de los centros de Reinserción puedan entrar ya que ellos no se sienten seguros al interior de este.
Lo que se vive en un reclusorio es el reflejo de la sociedad y lo que se vive en ella, las historias de las mujeres que están dentro son historias fuertes, pasionales, de estar en el momento equivocado o de relacionarse con las personas incorrectas; son de mucha indiferencia social. Principalmente de las personas que nos encontramos fuera, es más fácil juzgar que tratar de entender el por qué.
[pic 1] .[4]
Preguntas como estas son con las que te puedes encontrar cuando estas cerca de un niño que vive en reclusión; en este contexto estamos asegurando que efectivamente la condena de la madre se extiende a sus hijos. “Aproximadamente el 60% de los niños que viven en prisión van a un orfanato o casa hogar”, porque solo hasta los 5 años 11 meses pueden estar con sus madres, esto se hace para poder establecer el vínculo madre-hijo.
Existen diferentes cursos y talleres llamados “Separación sin Dolor”, tomados por las internas y sus hijos 1 año antes de llevar a cabo ese proceso. Que son llevados a cabo por Instituciones no gubernamentales y Asociaciones Civiles.
Como puedes explicar a un niño que hay vida o algo diferente fuera de “los barrotes”, ya que a la hora de dormir sus celdas son cerradas con cadenas y candados, con los menores lo que se intenta trabajar es la INSERCIÒN; la mayoría de los niños que están en prisión fueron testigos de la detención de sus madres y la acompañaron durante su proceso y otros más nacieron dentro.
Los niños que se van a Casa Hogar visitan a su madre y hermanos, (si es que los tuviera dentro) una vez al mes, y entre semana pueden realizar llamadas con un tiempo no máximo de una hora. Al contrario de los que son asignados a algún pariente cercano, ellos pueden asistir los días de visita; martes y fines de semana todo el día, pero aunque parece que si recibirían las visitas estos niños son los que difícilmente vuelven a tener contacto con su madre; por la lejanía de sus lugares de origen al penal o por que estando fuera se dan cuenta de la realidad que es estar en la cárcel, sus familiares ya no los llevan y es por eso que las madres prefieren otorgar su custodia al Estado para que permanezcan en Casa Hogar.
Como se mencionó anteriormente el primer problema (a nivel personal) que se enfrenta es el abandono de sus familiares; difícilmente su familia se trasladará a la CDMX para poder visitarlos, su pareja sentimental también se encuentra dentro de un penal, es por eso que los niños se quedan con ellas; a ser condenados a una vida de encierro, de insultos, de malos tratos por la gente que está dentro, a no desarrollar una infancia plena y feliz porque no en todas las cárceles se tienen las instalaciones adecuadas para el sano desarrollo del menor.
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