Magnicidios presidenciales
Enviado por jmgj2412 • 27 de Julio de 2021 • Ensayo • 1.108 Palabras (5 Páginas) • 96 Visitas
Magnicidios presidenciales
“Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión.” Paul Auster
En el día de ayer, con el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse, quien fue dado de baja por un grupo de mercenarios. Las teorías de traición desde las interioridades de su gobierno no se han hecho esperar, pero eso es competencia de las autoridades de explicar, en un país como Haití que siempre se ha caracterizado por la ausencia de estabilidad social y política. Los asesinatos de presidenciales se creían ya superados en la región, por eso este recuento de algunos y la realidad que, al suceder estos hechos, evidencia que los países institucionalmente han tocado fondo.
Aunque sea poco cortes, iniciaré con nuestra media isla, que tal como detalla Euclides Gutiérrez Feliz en su obra Magnicidios Dominicanos, en nuestro país hemos pasado por la difícil situación de un descalabro institucional en 4 ocasiones. Durante la Restauración, fue fusilado José Antonio “Pepillo” Salcedo Ramírez, quien a la sazón fue el primer presidente durante la lucha contra la anexión a España elegido por el ejército restaurador, la orden dada para su ejecución fue dada por Gaspar Polanco y como ironía del destino la historia consagra que sus últimas palabras para su esposa fueron dadas a Ulises “Lilis” Heureaux, quien conformada parte del pelotón de fusilamiento.
Entre luchas internas y juegos de poder, la República que trataba de establecer su soberanía absoluta, durante esos trajines Lilis escaló los resortes del poder, para encontrar su final en Moca el 26 de julio de 1899 a manos de Ramón “Mon” Cáceres junto a Jacobito de Lara en la tienda propiedad del segundo todo planificado por Horacio Vásquez y otro azar del destino quien dejo los caballos listos para la fuga de los que malograron al dictador, fue Vicente De la Maza padre de Antonio de la Maza.
En fecha 19 de noviembre de 1911, Mon Cáceres matador de Lilis encuentra su final durante su paseo en coche por las calles de aquella ciudad intramuros a manos de Luis Tejera y un grupo de conjurados, a diferencia de los dos primeros la suerte no acompaño a Tejera que al caer mientras trataba de huir por la ría del Ozama, cayó quedando inconsciente y siendo detenido para ser ultimado a machetazos.
Luego de todo el vaivén presidentes fugaces y de luchas intestinales de la nación, la de los quiquises, la del ferrocarril y la primera intervención norteamericana del 1916, Rafael Leónidas Trujillo logró enquistarse en el poder durante 31 años que terminaron el 30 de mayo de 1961 a manos de un grupo de conjurados cada uno con su razón, aquí entra otra de las coincidencias de la historia Antonio de la Maza y sus hermanos hijos de Vicente De la Maza de los complotados para eliminar a Lilis, según reza la obra de Gutiérrez Feliz, Magnicidios Dominicanos, la familia De la Maza en su mesa familiar a la cabeza su padre juraron matar a Trujillo por haber dado muerte a Gustavo “Tavito” De la Maza. Vicente De la Maza es el único dominicano que participó en dos complots para dar de baja a un dictador.
En la cuna de la democracia occidental, Estados Unidos de Norteamérica han ocurrido dos magnicidios presidenciales primero el de Abraham Lincoln en 1865 a manos de John Wilkes Booth, Lincoln había abolido la esclavitud de los afroamericanos, había vencido al sur en la guerra civil contra los confederados y había logrado reelegirse. Lo que no pudo vencer fue el instinto asesino de John Wilkes Booth en la noche del 14 de abril de 1815 en el Teatro Ford, para 1963 iniciando su proselitismo reeleccionista John F. Kennedy encontró su final en las calles de Dallas hasta el día de hoy con dudas de que haya sido Lee Harvey Oswald, producto del fracaso de la Comisión Warren y los vínculos criminales de Jack Ruby matador de Oswald.
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