Marinaleda

Marinaleda

Por: Lizzett Esmeralda Rodríguez Herrera

Marinaleda era un pueblo a la deriva. Sin trabajo y sin vida. Las grandes extensiones de tierra que circundaban el municipio pertenecían a poderosos terratenientes que las tenían en barbecho, sin darle uso alguno. Hasta que los vecinos no aguantaron más. Sánchez Gordillo consideró que tenía que poner de pie un poder contra el poder, un contrapoder que supiera oponerse a los muchos beneficios que tenía la burguesía para alcanzar los derechos que siempre se había negado a los jornaleros, vecinos de la localidad.

Entonces se ha implementado un sistema de viviendas cooperativas en lugar de hipotecas tradicionales. Esto significa que las personas no compran sus casas a través de préstamos hipotecarios, sino que participan en proyectos de construcción de viviendas cooperativas donde el costo se divide entre los residentes y se paga a lo largo del tiempo. El pueblo ha adoptado una filosofía de compartir la tierra y los recursos de manera más equitativa, lo que ha llevado a la creación de cooperativas agrícolas y a la distribución de tierras de cultivo entre los residentes.

La participación de la comunidad en la toma de decisiones es un aspecto importante del modelo de Marinaleda, por lo que los residentes tienen un papel significativo en la planificación urbana y en la toma de decisiones económicas. La arquitectura en Marinaleda tiende a ser sencilla y funcional, enfocada en proporcionar viviendas asequibles y espacios públicos accesibles para los residentes. De hecho el objetivo de la construcción de viviendas asequibles se ha logrado a través de la cooperación de la comunidad y la construcción de viviendas subsidiadas.

Es importante destacar que Marinaleda es conocida por su enfoque político y económico particular, que está en línea con las ideas del alcalde Juan Manuel Sánchez Gordillo y su partido, el Sindicato Andaluz de Trabajadores, cuyo enfoque ha atraído la atención mediática y la crítica tanto a nivel nacional como internacional.

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