Mead - Facebook

Mead

De acuerdo con la teoría de Mead, nos cuestionamos como la red social Facebook puede transformar nuestro sentido de nosotros mismos y nuestra identidad.

Mead plantea que la persona tiene un carácter diferente del organismo fisiológico, tiene desarrollo, y surge en el proceso de la experiencia y las actividades sociales, en donde se involucra la interacción de los individuos.

A través del lenguaje hay un interaccionismo simbólico. Interiorizamos significados de otros, interiorizamos acciones de otras personas.

Mead propone el término de conciencia reflexiva, con la cual por medio de la interacción y el lenguaje nos podemos tomar como objeto a nosotros mismos, de la misma manera en que otro individuo nos toma como objeto a nosotros. Somos objeto y sujeto a la vez. Uno se puede tomar como objeto, cuando se piensa lo que otro puede pensar de nosotros. Los procesos sociales influyen en la conducta de los individuos en la forma del “otro generalizado”.

Cada individuo reacciona frente a un grupo social de una manera característica. El “mi” que plantea Mead, son las actitudes organizadas que adopta uno mismo, es la porción de la identidad más social, la cual está atravesada por las normas del otro generalizado, tiene las reacciones de los demás. El “mi” es la persona de la cual se tiene conciencia. Por otro lado, el “yo” es la reacción del organismo frente a las actitudes de los demás. Es la porción de la identidad más original, mas espontanea.

La red social Facebook, sin duda revela el lado “mi” de uno mismo, por ejemplo cuando los usuarios eligen subir fotografías de ellos mismos, lo hacen de manera tal de buscar las mejores, las más atractivas e interesantes. Están enfatizando el “mi”, porque ellos saben que serán juzgados por aquellos que visiten su perfil. Las imágenes y los estados que se publican en Facebook suelen ser atractivos y dinámicos. En Facebook, un individuo puede parecer llamativo, interesante, cuando en la vida por fuera de esta red social puede que no sea así.

En relación con las entrevistas realizadas se puede observar como los individuos están cada vez más tiempo interactuando en esta red social, permitiéndoles acoplarse de manera más profunda y en largos periodos de tiempo en sus “mi”.

En la red social Facebook, no solo podemos subir fotos o comentarios, sino que también los otros pueden publicar sobre nosotros mismos, y lo pueden hacer sin nuestro consentimiento.

Al crear una cuenta de Facebook, está previsto que lo que se suba a la red será consumido por otros. Cuando un individuo pone algo para el consumo de otro, siempre existe la consideración de la forma en que se recibirá.

Mientras los individuos interactúan en Facebook, lo hacen de manera tal que se preguntan si lo que escriben puede parecer tonto, absurdo, ridículo, interesante, atractivo para los demás. Se preguntan lo que el otro puede llegar a pensar sobre ellos. Ahí es cuando el sujeto se pone en lugar de objeto. Se mira a él mismo como lo

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