Mejorar o despedir. Perspectiva ética de un proceso de mejora

Mejorar o despedir. Perspectiva ética de un proceso de mejora

En el ámbito industrial comúnmente se escuchan noticias de despidos masivos de empleados debidos a nuevos esquemas en la estructura de costos de una empresa, estos procesos se pueden deber a mejora de procesos, querer mejorar las utilidades de la empresa, o a la automatización en procesos clave, tal fue el caso de la empresa Laminatec, S.A. de C.V. en Aguascalientes, la cual debido al incremento de sus ventas y a la necesidad de incrementar la productividad en una de sus líneas, realizó la compra de un robot industrial, esto implicaba el despido de 15 de los 21 trabajadores de la planta (El Economista, 2014). Como éste, en México existen más casos similares los cuales generan en el personal incertidumbre sobre su estabilidad laboral, y de concretarse, pueden vulnerar los derechos laborales y humanos de los trabajadores.

Respecto a este problema los puntos de vista divergen de acuerdo al actor involucrado que los plantea, por un lado se encuentran las empresas, las cuales debido a las exigencias del mercado cada vez  más competitivo, argumentan que la mejora o automatización de procesos es necesaria debido a la disminución de costos y aumento en la seguridad física  que esta conlleva; por otro lado se encuentra la opinión de los trabajadores, los cuales no quieren perder su trabajo, pues éste representa en muchos casos su principal fuente de ingresos.

También existen opiniones y cursos de acción más neutros como el caso de Metalsa, empresa que después de un proceso de mejora se percató que existían empleados cuyo trabajo era innecesario en la línea de producción, para no despedirlos la empresa puso a dichos operarios a realizar acciones sociales tales como pintar escuelas mientras se reasignaban a una nueva área.

Estos puntos de opinión tan diferentes hacen  necesario reflexionar si cómo ingeniero industrial propondría despidos de personal, o replantearía alguna estrategia para la reducción de costos, todo esto en el marco del cumplimiento del código de ética profesional bajo el cual todo ingeniero industrial debe regirse.

En este ensayo se argumenta entonces que un proceso de mejora debe buscar una alternativa que permita el desarrollo de todos los actores involucrados, debido a que es una opción que permite cumplir con los deberes laborales para los que un ingeniero industrial fue contratado, pero además no se afectan los derechos de otras personas, inclusive éste proceso puede generar un mejor ambiente laboral para los trabajadores y mejores resultados para la empresa.

Para fines de éste ensayo, podemos definir el trabajo o relación laboral como “un acuerdo mediante el cual  un trabajador o empleado pone a la disposición de una empresa o empleador sus capacidades físicas e intelectuales para realizar una actividad a cambio de una remuneración económica” (uniemprende, 2010). Dicha relación se espera que se realice por un tiempo determinado, lapso durante el cual el empleado debe o debería sentirse estable en el ámbito profesional. Pero qué pasa si dadas las condiciones cambiantes del mercado la empresa decide incursionar en un proceso de mejora, y como consecuencia opta por terminar prematuramente la relación laboral.

Este tipo de reestructuraciones causan climas de incertidumbre laboral las cuales afectan el desempeño de los trabajadores. En los procesos de mejora donde una persona tiene el riesgo latente de perder la permanencia en su puesto existe la inseguridad laboral, la cual es vista por la psicología como “la incapacidad percibida para mantener la continuidad laboral ante una situación de amenaza del trabajo” (Greenhalgh y Rosenblatt, 1984, p. 438). Dicha inseguridad laboral repercutirá a corto plazo en el desempeño de los trabajadores.

Por otra parte, estos procesos de mejora pueden generar dentro de la empresa un alto nivel de competitividad interna entre los empleado. Ésta competitividad puede brindarle a la empresa grandes beneficios, pues  de acuerdo a la Asociación Española para la Calidad “la competitividad es la capacidad de mantener, de una forma sistemática, ventajas comparativas que permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en un entorno socioeconómico” (AEC, 2017). Dicha competitividad bien encausada, puede incentivar a los trabajadores a realizar cada vez mejor su trabajo, lo cual impacta de forma positiva a la empresa.

No obstante, dicha competencia interna, si no es realizada adecuadamente, puede ocasionar  enfermedades o trastornos labores, puesto que tiende a generar altos niveles de inseguridad laboral que es considerada por la teoría del estrés como un estresor laboral (Lazarus y Folkman, 1984) propiciando una menor productividad por parte de los empleados, que a su vez aumenta la inseguridad laboral, generando así un círculo vicioso.

Es importante considerar que las personas que laboran en una empresa son parte fundamental de la misma, por lo que no deben ser desechadas o utilizadas solo como una herramienta para conseguir utilidades. Además debido al tiempo y a la experiencia se vuelven unos especialistas en su área, por lo que al despedirlos se limita la oferta laboral que esté a su disposición. Sin embardo, debido a las nuevas exigencias y retos que presenta el mercado en sectores productivos, cada vez se hace más frecuente escuchar que las empresas implementan metodologías como Lean thinking o Kaisen, esta última perteneciente al proceso de mejora continua en el Toyota Production System (TPS). En estas metodologías, y principalmente en el TPS, se plantea que ninguna persona debe ser despedida a causa de éstas mejora pues:

El mayor y más valioso activo de una compañía son todas las personas que interactúan en ella para crear valor, ya sean los socios, colaboradores, proveedores, distribuidores, etc. Por lo tanto, han de ser vistos como un extensión de la empresa, como las ramas son una extensión del tronco de un árbol. (Leansis Productividad, 2016).

Esto tiene gran sentido y relevancia pues si como consecuencia de una mejora la gente sale despedida, en el próximo proceso de mejora la gente no querrá involucrarse por el “riesgo a perder su trabajo que ésta mejora puede generarles”. Es decir, se podría generar inconscientemente un sabotaje interno al proceso  en el cuál ni los empleados, ni las impresas, e incluso ni los consumidores saldrán beneficiados.

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