Mexico En La Encrusijada Economica
Enviado por PAOLA2190 • 3 de Diciembre de 2013 • 2.228 Palabras (9 Páginas) • 444 Visitas
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MEXICO EN LA ENCRUCIJADA ECONOMICA*
México está hundido en la crisis económica y política más dramática de su historia. Más allá de los escenarios artificiales narrados por la televisión o los estudios socioeconómicos con que el gobierno mexicano y las organizaciones financieras internacionales que lo apuntalan pretenden maquillar la catástrofe actual, los siguientes hechos hablan por si solos:
México padece actualmente los salarios más bajos de los últimos setenta años, así como la huida de trabajadores migrantes hacia el extranjero de mayor dimensión en el mundo (15 millones de seres humanos), la masa de pobres más grande de nuestra historia (60 millones) y una creciente magnitud de infantes (más de cinco millones) que injustamente trabajan y son impunemente explotados. Todo lo anterior soportado por la corrupción y gangsterismo de los sindicatos mexicanos, así como por la gigantesca masa de trabajadores carentes de derechos sindicales, pero sobre todo por la masa aun mayor de desempleados y subempleados, tal vez la más alta conocida durante el desarrollo del capitalismo en México.
¿La raíz del problema?
México padece una de las deudas financieras internacionales más grandes del mundo que, entre otras cosas, ha conducido a la destrucción irracional de la planta industrial precedente -la que en su mejor momento contó con ciertas posibilidades de generar equilibrio y autonomía nacional- suplantándola con corredores urbanos de industrias ensambladoras o maquiladoras; así como a la devastación de la autosuficiencia alimentaria, con la consiguiente crisis y ruina de millones de campesinos que se ven obligados a abandonar, vender o a cultivar con enervantes sus tierras. Deuda internacional que también ha empujado a la entrega paulatina de los principales recursos estratégicos de la nación al capital extranjero (industria petrolera nacional, minerales, biodiversidad, etc.) así como a la privatización y desnacionalización de las principales infraestructuras, en forma de red, que alimentan y drenan el tejido económico nacional (ferrocarriles, carreteras, puertos aéreos y marinos, electricidad, agua, telefonía, telecomunicaciones, satélites, etc.), vía por la cual el país se aproxima cada vez más al abismo de la balcanización.
El estrangulamiento del mercado interno, la crisis de las carteras vencidas, la quiebra y subsidio constante de la banca nacional y su desnacionalización, la incursión del narcotráfico en las finanzas y política nacional, la corrupción y descomposición cada vez más aguda del Estado, los magnicidios y fraudes electorales, la tasa de delincuencia más alta de nuestra historia, el descontento y las constantes movilizaciones nacionales y regionales de protesta, etc., son, entre otros muchos hechos, realidades que no pueden ocultarse con el aumento del índice de exportaciones o con el constante pronunciamiento de programas oficiales de gobierno que auguran el fin del deterioro y las crisis, pero tampoco puede acallarse con los mas altos índices mundiales en violación a los derechos humanos o con la militarización creciente del país, sea en las regiones rurales estratégicas -principalmente en el sureste indígena de México- o en las zonas urbanas, tan pobladas y problemáticas.
La globalización y el TLC (o NAFTA) hacen de México uno de los territorios del mundo donde más salvajemente se implementa la actual lógica neoliberal de explotación, expropiación, exclusión y discriminación.
Así como México es un espejo del dolor que el capital global infringe al mundo, el sureste mexicano y, dentro de este, Chiapas son otro de tantos espejos del sufrimiento que agobia a la nación. Territorio privilegiado por su riqueza natural y cultural exuberante, Chiapas pareciera igualmente una tierra maldita por su historia de explotación y marginación de su población indígena. El desarrollo del colonialismo y el capitalismo en la región han ocasionado permanentes expulsiones y despojo de riqueza de su población originaria. Este viejo proceso revive con la actual integración de México al proceso de globalización, por cuanto empuja hacia la privatización de las principales riquezas estratégicas (petróleo, agua, hidroelectricidad y biodiversidad) ubicadas, entre otros lugares, en la selva Lacandona, generando con ello nuevas tendencias hacia la liquidación y / o expulsión de la población indígena del lugar. Sin embargo, el levantamiento armado zapatista del 1º de enero de 1994 sumado a la extensa y enérgica movilización campesina en todo el estado, logró frenar momentánea y parcialmente este proceso de expropiación.
Frente a ello, el gran capital -que aquí empuja además a la remodelación de las formas de propiedad de la tierra, disgregando y / o disfrazando las viejas fincas latifundistas- responde con nuevos proyectos de desarrollo económico que incorporan selectiva y excluyentemente a sectores minoritarios de ejidatarios, destinados a convertirse durante algunos años en dinámicos microempresarios ejemplares. Con la intensión de fracturar la resistencia campesina se busca la creación de enfrentamientos artificiales entre la propia población indígena, encubiertos bajo el halo de la libre competencia pero, sin embargo, cuidadosamente articulados con estrategias de guerra de baja intensidad, buscando siempre corromper comunidades, desgastarlas y si es posible liquidar los núcleos de rebeldía mejor organizados.
Pero el gran poder mundial también responde a la actual lucha social de Chiapas disfrazando sus megacapitales con diferentes proyectos de inversión y modernización relativamente dispersos. No casualmente el Chiapas rebelde -"última frontera" y única zona tropical de América del Norte- atrae nuevos proyectos internacionales de financiamiento, como el Fondo Chiapas, destinados a la creación de plantaciones de hule, palma africana, palma camedor, barbasco, eucalipto, marañon, frutos, raíces y maderas tropicales, etc., auspiciados por el Banco Mundial y otros grupos financieros internacionales. Confluyen de esta suerte nuevos capitales (grupos empresariales como El Porvenir, Grupo Mexicano de Desarrollo, Modelo y Escorpión, así como los grupos financieros BanCrecer y Serfin) con empresas nacionales y transnacionales previamente operantes en la región (Nestlé, Del Monte, Maseca, Grupo Pulsar, el monopolio comercializador de café Neuman, ICA, Pepsi Co., Tribasa, Hérdez, etc.), a la vez que se prepara el terreno a nuevas y mayores empresas interesadas en la depredación de recursos todavía más rentables: gas y petróleo (caso de la empresa canadiense Hydro Quebec International), recursos forestales (International Paper, Simpson, etc.), biodiversidad (que hoy en día es valuada por algunas
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