Mi Buena Práctica Docente

Se considera como buenas prácticas docentes a las actividades educativas que facilitan la enseñanza, donde el estudiante logre la eficiencia en conocimientos y el aprendizaje, sobre todo con aquellos que no tienen un sustento básico de educación desde el hogar. Con esta perspectiva el docente debe prestar especial atención para lograr su propósito u objetivo planteado al inicio de la programación.

Si el maestro no tiene una preparación adecuada en los contenidos a tratar, va a fracasar en la enseñanza puesto a que en la actualidad ciertas instituciones no toman en consideración el perfil académico del docente, eso conlleva a un mal manejo en el escenario educativo.

Enfocado en este contexto las formas pedagógicas permiten llevar una buena práctica de la docencia, enmarcadas en las actividades didácticas que realizan los estudiantes con la guía adecuada de su docente, situación que requiere de esfuerzo y dedicación en el campo de la enseñanza en la que se puede considerar ciertas situaciones:

a) La motivación que debe dar el docente al inicio de cada periodo académico

b) El planteamiento de objetivos a cumplirse

c) Las actividades individuales y grupales que se plantea a los estudiantes en la clase

d) El uso de materiales y recursos didácticos acorde a la temática a tratar

e) El refuerzo al finalizar la clase

f) La evaluación de los contenidos tratados

Es preciso innovar constantemente las técnicas de la enseñanza, evitando caer en lo obsoleto, en el modelo tradicional. Valerse de destrezas como el uso de TIC’s y de planteamientos didácticos nuevos, como un medio de condicionamiento preciso y concreto, utilizando las herramientas apropiadas en el campo metodológico.

El centrarse en un tipo de enseñanza es primordial, donde se incentive al estudiante con recursos didácticos adecuados que implanten en cada individuo el interés en la obtención de nuevos conocimientos, en la formulación de preguntas y la búsqueda de respuestas a sus interrogantes.

El cambio de rol dentro del proceso de educación, entre el docente y el estudiante es una estrategia que permite a cada cual ubicarse en el plano del otro y solo de esta manera lograr un aprendizaje comprensivo y participativo.

Cada docente debe capacitarse constantemente, ubicándose en la realidad al momento de ir a demostrar dichos aprendizajes en el recurso humano que manejará en un tiempo determinado dentro del aula, con condiciones adecuadas y cómodas, con recursos materiales necesarios para lograr los objetivos que se plantea con gran entusiasmo en mejora de la formación educativa.

El intercambio de información con los colegas del área, no solo permite abastecerse de conocimientos, sino de experiencias que enriquecerse conjuntamente en la cátedra, para mejorar el rol profesional

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