Mi historia con el Paget ensayo
Enviado por ana lis • 4 de Septiembre de 2018 • Informe • 1.234 Palabras (5 Páginas) • 106 Visitas
Mi historia con el Paget
Mi nombre es Ana, soy una mujer de 42 años, estoy casada, soy profesional, trabajo en una empresa de energía, tengo una vida ordenada y sin demasiados sobresaltos, me encanta dar capacitaciones o cursarlas, me gustan los deportes extremos y de contacto, tanto para verlos como para practicarlos, no fumo y tengo una alimentación sana y ordenada. Sin embargo nada de esto evito lo que me sucedería.
A mediados del mes de Marzo de 2017 detecte en mi pezón izquierdo una pequeña laceración, una grieta que no era mayor a los 2 mm. En ese mismo momento me puse en alerta. Y comencé a observarla y tratarla con alguna que otra crema que tenia para algunas afecciones de la piel. Para mediados de Abril, decidí ir a una consulta con la Ginecóloga para que revise mi herida, que no se había curado y seguía allí, apenas un poco más visible que en el comienzo. Seguía en alerta y había comenzado a ponerme en acción; aunque estaba tranquila porque en Octubre de 2016 había realizado todos los controles ginecológicos anuales, todos perfectamente normales.
La Ginecóloga decide realizar otra vez las ecografías para descartar algo más que un problema de piel, y comenzar con un protocolo de rutina con cremas de aplicación local. La ecografista que realizo en aquel momento el estudio, a mediados de mayo, fue muy clara cuando me atendió y eso encendió aún más mi grado de alerta. Recuerdo muy bien sus palabras: …no observo nada particular en este momento, si ves cualquier variación, de textura, color o forma en el pezón o la mama, volvé sin turno y repito la eco; te recomiendo que pidas una biopsia de piel…
Volví a la Ginecóloga con los estudios y después de haber hecho el tratamiento propuesto por ella, como la laceración ahora ya era una pequeñísima área de varios mm; era claro que el tratamiento propuesto no había dado resultados positivos. Entonces me dijo que buscase algún especialista en piel.
Decidí concurrir a un Hospital escuela de otra ciudad, dado que los especialistas en piel de la zona se dedican mayormente a la estética y no a tratamientos de este tipo. A esta altura estábamos en los últimos días de mayo. Las doctoras que vieron la laceración, dispusieron otro tratamiento, para probar, aunque mi planteo desde ese punto era que realizaran una biopsia. Luego de tres semanas de probar con controles semanales, decidieron que había que realizar la biopsia, por lo que me derivaron al Mastologo. A esta altura yo ya tenía en mi mente el nombre de la enfermedad de “Paget”, y aunque tenía la esperanza de que no fuese, internamente, cada día que pasaba, mi lastimadura me recordaba cada vez más a las que conocía debidas al cáncer que termino con la vida de Ana, mi abuela paterna.
Finalmente llegue a mi deseada biopsia, en la primera visita al Mastologo. Quería un diagnostico, fuese cual fuera. En esa visita él medico me planteo la posibilidad de hacerla en quirófano, para lo cual debía realizar todos los pre-quirúrgicos y posponer el estudio. No acepte y la muestra de piel se tomó en ese mismo momento, con anestesia local. No me importaba estar más o menos anestesiada, en mi mente posponer el estudio era tiempo que perdía al no obtener un diagnóstico, y se retrasaría aun más mi tratamiento. Hasta ese momento, nada había funcionado. Fue a mediados de junio y a la semana me avisaron vía mail que debía ir a hablar personalmente y con carácter de urgente con el Mastologo. Ese mail, aunque no tenía nada de información, confirmaba mi presunción.
Inmediatamente que recibí el mail, fui a hablar con los médicos de mi trabajo, sabía lo que se venía, lamentablemente conocía la enfermedad, porque más de una vez la había padecido a través de algún ser querido.
En la visita al mastologo me dan el resultado. Era lo que suponía, era carcinoma de Paget, un tipo de cáncer muy poco frecuente, se estima que solo el 1% de los canceres de mama es de este tipo. Consiste en una erupción o laceración maligna de la piel del pezón o la areola. Esta enfermedad puede aparecer sola o asociada con otros canceres de seno, carcinoma ductal in situ o carcinoma invasivo profundo.
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