Migración Venezolana en Ecuador

UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO DE QUITO

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La crisis migratoria venezolana es un fenómeno que ha dividido la opinión publica, ya que, tanto en aspectos positivos como negativos muchas naciones alrededor del mundo se han visto afectadas por la migración acelerada de aproximadamente 4 millones de venezolanos en periodos de tiempo relativamente cortos, siendo los países de América latina los más vulnerables ante los efectos de la crisis humanitaria, que al mismo tiempo representa un gran desafío para los gobiernos de la región, debido a la alteración en el orden social, cultural, político y económico que conlleva introducir un bloque de personas ajenas tan grande a un país, sin embargo la cooperación de organismos internacionales con los gobiernos latinoamericanos ha sido fundamental para controlar que la situación migratoria no se salga de las manos y poder mantener el orden interno de las sociedades, a la vez en que se prioriza el bienestar de los migrantes, aún así a pesar de los esfuerzos, el impacto social ha reflejado opiniones divididas a nivel social, ya que, mientras un grupo de personas están de acuerdo y apoyan el ingreso de venezolanos pues entienden la gravedad de la situación y se solidarizan con ellos, otro bloque rechaza a los migrantes argumentando que ingresan de forma ilegal y ocupan el trabajo de la gente local y los que no lo hacen se dedican a ganarse la vida en la calle, generando informalidades en el sistema, que a su vez también atrae delincuencia alterando de forma negativa el orden social de un país.

Aproximadamente desde el año 2012 la situación económica y social en Venezuela empezó a agudizarse de forma acelerada, debido a la devaluación exagerada de la moneda, el desempleo, los bajos ingresos del petróleo y la falta de garantías en el sector de salud publica, desatando una crisis social y económica sin precedentes, causada en gran medida por el mal manejo de recursos y el poco uso de la democracia por parte del actor principal del conflicto, el presidente en turno Nicolás Maduro, quien es acusado de dictador por la comunidad internacional y el mismo pueblo venezolano que denuncia una violación de los derechos humanos por parte de su régimen, quien ante la negativa aceptación de la ciudadanía, ha tratado de reprimir cualquier acción de la oposición liderada por Juan Guaidó en contra de los intereses de su gobierno, la misma ha recibido total apoyo de la mayoría de los países de la región y de la OEA reconociendo a Guaidó como presidente interino de Venezuela y deslegitimizando el gobierno Chavista actual. La inestabilidad política generada por los argumentos anteriormente dichos ha repercutido en los ciudadanos que se han visto forzados a la pronta salida del país por varios factores como la inseguridad, delincuencia, desequilibrio económico e incertidumbre con respecto al futuro del país.

Actualmente la situación sigue siendo muy crítica, especialmente por que los migrantes ya no están recibiendo una buena acogida en los países y empezaron a ser vistos como un problema dentro de la sociedad, debido a que empezaron a ocupar buena parte de los puestos de trabajo en las empresas, ocasionando que la tasa de desempleo interna de un país aumente al igual que el subempleo y el trabajo informal, así mismo los servicios de salud y educación pública están siendo ocupados por los migrantes, afectando a la ciudadanía del país que reclaman mayor accesibilidad a dichos servicios.

Al principio la entrada de migrantes era un fenómeno positivo que beneficiaba al flujo económico interno de un país y promovía la competencia laboral dentro de las empresas, sin embargo, con el tiempo los nuevos migrantes ya no tienen oportunidad de conseguir empleo debido a la gran demanda de puestos de trabajo que existe en América Latina, por lo que se dedican a generar ingresos por medio de actividades ilegales que fomentan el aumento de la delincuencia común y organizada.

Todos estos factores han generado un sentimiento de rechazo y xenofobia por parte de los ciudadanos locales en contra de los venezolanos, lo que ha supuesto un desafío para los gobiernos de cada país, obligándolos a reforzar políticas migratorias y tomar medidas para controlar el flujo de migrantes, una de estas medidas es que los venezolanos que quieran ingresar a países como Chile, Perú, Ecuador, Panamá, Guatemala y República Dominicana requieren presentar pasaporte, record policial y una visa humanitaria o de turista, esto con el fin de resguardar la soberanía del país y la vida de los mismos venezolanos que se exponían al tratar de cruzar fronteras de forma ilegal por lugares poco seguros, aun así tomar ese tipo de medidas supone un arma de doble filo, ya que no todos los migrantes disponen de pasaporte o documentos en regla, lo que les obliga a aventurarse en una arriesgada y peligrosa odisea por tratar de salir de la severa crisis que atraviesa su país y migrar de forma no legal, sin importar que sus vidas y libertad estén en riesgo.

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