Miguel Lerdo de Tejada y la Dezamortizacion

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Miguel Lerdo de Tejada y la Dezamortizacion

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              Miguel Lerdo de Tejada (1812-1861).

Por: Gerardo Pérez de la Cruz.

Profesor : Esteban López  Villegas    

    08 de abril de 2017

“Miguel Lerdo de Tejada nació en Veracruz, Veracruz el 6 de julio de 1812. Murió en la ciudad de México en 1861.Fue un estadista, figura prominente en el movimiento de la Reforma en México” (Villar, 1994).

Sin duda alguna Miguel Lerdo de Tejada fue una las figuras importante dentro de las reformas a la constitución junto a Juárez y José María Iglesias ya que estos hicieron leyes con las cuales se separaría el Estado de la iglesia católica.

 “La primera etapa del gobierno de Comonfort fue la de administración por lo que incorporó a Miguel Lerdo de Tejada  como nuevo ministro de hacienda” (Revueltas, 2015).

Ignacio Comonfort como presidente interino de México decide poner a cargo a Miguel Lerdo como ministro de hacienda, para desarrollar un nuevo plan con un proyecto económico para que produjera más dinero y por sus pensamientos liberales.

“La religión de la nación mexicana es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquier otra… los militares y eclesiásticos y continuarán sujetos a las autoridades a que lo están en la actualidad, según las leyes vigentes” (Acta constitutiva de la Federación de 1824, artículos 3 y 154).

 La iglesia tenía un poder inmenso sobre México, obligaba a los mexicanos a ser católicos, sin la libertad de expresar idea contraria, el pueblo  estaba sometido a esa religión como a sus representantes. Pero todo esto cambiaria con las leyes de Juárez, Iglesias y Lerdo.

“La ley de Desamortización de Bienes de la Iglesia y de Corporaciones o Ley Lerdo, fue sin lugar a duda la más revolucionaria de todo el régimen” (Revueltas, 2015).

Esta ley obligaba a las corporaciones civiles y eclesiásticas a vender las casas y terrenos que no se estuviera ocupando a quienes los arrendaban para que esos bienes produjeran mayores riquezas, esto causaría polémica y enojo a los clérigos y conservadores de aquella época

“Todas las fincas rusticas y urbanas, que hoy tienen o administran como propietarios las corporaciones civiles o eclesiásticas de la Republica, se adjudicaran en propiedad a los que las tienen arrendadas, por el valor correspondiente a la renta que en la actualidad pagan” (Ley Lerdo, 1856).

  Este fue el primer artículo de la Ley Lerdo en la que obligaba a aquellas corporaciones civiles y eclesiásticas a vender su propiedad a quien se los rentaba y a un bajo precio.

“La ley Lerdo no tenía los alcances económicos que su autor preconizaba, ni sus efectos en el campo jurídico, tenían la trascendencia de la Ley Juárez, pero constituyo un golpe psicológico, para combatir la creencia popular de que los bienes temporales del clero eran intocables” (Ruíz, 2006).

Aunque la ley Lerdo haya separado los bienes de la iglesia católica y los del gobierno, también afecto a indígenas que eran propietarios de tierras que usaban para sembrar y que tuvieron que vender a un bajo precio. Pero dio un golpe psicológico a la iglesia y a la sociedad al ver que los inmuebles de la misma no eran intocables.

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