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Mision Y Compromiso De La Universidad


Enviado por   •  16 de Noviembre de 2012  •  6.727 Palabras (27 Páginas)  •  455 Visitas

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Misión y compromiso de la universidad

Raúl E. Porras Lavalle

El objetivo del presente es repensar la misión y compromiso de la universidad peruana, en un ambiente de despolitización, mercantilización de la universidad, de ataques a la universidad pública y en un contexto de globalización liberal, con nuevos desafíos y diferentes estrategias para enfrentarlos.

Misión de la universidad

La universidad no es una isla, sentenció Sánchez (1979). Lo escribió para referirse a encierro que caracterizaba a la universidad peruana, post reforma universitaria. Es decir, las universidades son parte de la sociedad, se deben a ella y tienen que rendirle cuentas. Sin embargo, hubo una etapa, entre las décadas del 60 y del 80, en la cual, la universidad peruana, se politiza, se masifica con un sentimiento “popular” y se encierra en sus recintos; perdiendo credibilidad ante el país, con gobiernos insensibles al desarrollo de la educación universitaria, que la han intervenido en varias oportunidades, para ajustarla a sus intereses, presionándola con la reducción de sus presupuestos y en un marco permisible de fundación masiva de universidades privadas, que han mercantilizado la educación universitaria en el Perú. Sin embargo, la universidad nacional, no ha logrado ser sometida y se encuentra en la búsqueda de nuevos espacios de desarrollo, sin perder autonomía.

A lo largo de toda su historia la universidad peruana y latinoamericana han tenido y tienen como misión fundamental la formación profesional (FP), la investigación y la proyección social, para transformar la sociedad, participando activamente en la solución de los problemas sociales; pero, en la actualidad, se discute ampliamente su situación, frente a los procesos de transformación mundial, en un contexto de globalización y de triunfo ideológico del liberalismo (Boron, 2001). En este mundo de permanente cambio, según Boron (2004), la universidad tiende a la masificación, privatización, calidad y novedades.

En el Perú, en menos de medio siglo (del 80 al 2000), la universidad creció de manera tan exagerada, que no interesó a nadie, si se contaba con recursos, infraestructura y carreras afines a los vaivenes de la economía, la sociedad y la inestabilidad del sistema político. Esta visión se agudiza a partir de la década del 80 hasta la actualidad, que de 38 universidades existentes en 1979, al presente tenemos más de 100, con más de 200 sucursales repartidas por casi todo el territorio nacional y con solo 14 filiales reconocidas por la Asamblea Nacional de Rectores (ANR). Con serias limitaciones económico financieras, en solo dos décadas (del 60 al 80), la universidad peruana incrementó su matricula, de 30,247 estudiantes en 1960 en 10 universidades, a 425,000 en 1980 y mas de 500,000 universitarios en la actualidad; con una relación promedio postulantes/ingresantes de 3.1 entre 1991-2000 y una tasa anual de postulantes de 5.18% y de ingresantes de 3.91% en el mismo periodo.

Sin embargo, pese a este explosivo crecimiento del número de universidades y de universitarios, en medio de la crisis, consideramos que el problema no es solo de masificación y estrechez económica, sino de ausencia de políticas de desarrollo universitario y de un cambio profundo de las estructuras económicas y sociales. Además, la experiencia mundial confirma que universidades como la de California o la Autónoma de México, con más de 250,000 alumnos, no tienen los problemas que enfrentan universidades con menos de 50,000 educandos o aquellas que no alcanzan los 5,000 matriculados y que el ser país pobre, no es garantía de una educación superior deficiente. Son las políticas públicas adecuadas y distribución equitativa del ingreso, medidas que han logrado que países Africanos, garanticen una buena educación. Asimismo, debemos señalar, la experiencia de las universidades adventistas en todo el planeta, que han conseguido vencer las barreras de la globalización, la ideología liberal y los males que aquejan al mundo en desarrollo, como la corrupción, la inmoralidad y el narcotráfico, contando con instituciones superiores, sólidas, de calidad y eficientes.

En la actualidad la universidad pública nacional, masificada, afectada en su calidad y que con la incorporación del sector privado a la creación de universidades, orientadas exclusivamente al mercado (novedades), pierde autonomía y corre el riesgo de cerrar algunas especialidades, especialmente en el campo de las Humanidades y las Ciencias Sociales, por la escasa demanda.

Y en cuanto a la FP, es preocupante el tema de la enseñanza. Pareciera que esta cuestión no ha sido ampliamente tratada. Prevalece el enfoque técnico en su tratamiento y se olvida del ser humano, que es la razón de ser de la formación universitaria. Se ha hablado mucho del nuevo hombre, tanto en el socialismo como en el capitalismo y lo que hemos conseguido, es un ser que se desprecia a si mismo, que trata de destruirse, destruyendo su entorno, envilecido por la ideología liberal. Por ello, la universidad tiene aquí una gran responsabilidad. Así lo han entendido las principales universidades públicas, como UNMSM, UNFV, UNI, UNA, UNE, y algunas privadas como Pontificia Universidad Católica, Universidad de Lima, todas en Lima, Universidad Ricardo Palma, Universidad del Pacífico; han iniciado desde el 2,000 procesos de autoevaluación por facultades.

Consideramos que la formación que se imparte en las principales universidades públicas y privadas del Perú (ya mencionadas), cumplen con los estándares; pero en el caso de las públicas, el factor limitante es la inversión en educación por parte del estado, que impide un mejoramiento de la infraestructura, equipamiento e ingresos de los docentes. Pese a las limitaciones, nuestras universidades responden a los retos del desarrollo y de los cambios planetarios. Existen voces discrepantes que reclaman nueva legislación, adecuar la universidad a las demandas del mercado, una universidad productiva, e incluso, se invita al gobierno a intervenirlas. Pareciera que aún no entienden que la universidad es un bien público y no una mercancía.

En este contexto, la triple crisis universitaria (financiera, de calidad y autonomía) es la característica de las universidades nacionales latinoamericanas que se resisten a ser alteradas y ajustadas por la ideología liberal, pero que tienen que enfrentarse y responder al avance científico tecnológico y a las demandas y necesidades sociales; sin abandonar sus clásicas misiones: enseñanza, investigación y extensión e incorporar la producción y transferencia de nuevos conocimientos (López Segrera, 2005)

Autonomía y reforma

La autonomía es un principio normativo que caracteriza a la universidad desde su creación. Las Siete Partidas

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