Modernidad

Se ven beneficiados por la rápida circulación de los productos y se caracterizan por el rechazo a las concepciones tradicionales de lo duradero. Aquello que perdure para siempre y establezca parámetros que, hoy en día, no solo se ha vuelto imposible sino inconveniente. Mientras tanto, quienes están más abajo en la pirámide, anhelan que lo efímero de sus posesiones se termine. Transformar esa fragilidad en algo fuerte y sólido y tal sea porque en el fondo, todos queremos un poco más de aquel orden que ya está remotamente perdido.

Las estructuras fundamentales de las sociedades del mundo, sufren constante cambio y no encuentran la solidez que los comienzos de la modernidad, prometieron. Pues, el haber entrado en el círculo del progreso tecnológico no significa que algún día se acabe. Es más, el ser humano atraviesa por su propio desarrollo mental. Cada vez es más innovador, transgresor, conoce medianamente bien el mundo en el que vive e intenta cambiarlo, quitando las trabas socio-culturales que obstaculizan la integración y su propio libertad.

Tal vez, se nos haga difícil vivir en una constante fluidez, ya que no sabemos a ciencia cierta qué cambiará mañana y cuánto tiempo nos llevará asimilarlo. También debemos tener en cuenta y analizar si de verdad quisiéramos que las nuevas estructuras alcanzaran la solidez ¿o será que nuestra propia diversidad nos ha vuelto dependientes de los cambios?

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